El Silencio Dijo Sí

Cosas bonitas

Hacía ya una semana que había recuperado la memoria por completo a pesar de seguir teniendo revisiones médicas y que Luis no me dejara tranquila por si según él tenía una recaída.

-Que si,que voy a estar bien Luis.
-No me fío Aiti.No tienes porque ir a trabajar ya,tu trabajo es flexible.
-Mira-le agarro la cara- te prometo que voy a estar bien,no te vas a librar tan fácil de mi otra vez.Ahora vuelvo a ser consciente de todas las cosquillas que te debo.
-No quiero librarme de ti.
-Siempre hablo bien de ti y tenemos mil fotos juntos pero los mejores recuerdos volvieron a mi mente solo para mí. Es ahí donde son eternos.
-Me convenciste,vete a trabajar.Te espero para comer.
-Gracias,hazme algo rico eh.
-Por supuesto.Estas hablando con el chef Cepeda.
-¡Que peligro tienes Luis Cepeda!
Avanzo para salir por la puerta pero aparece en el pasillo una voz ronca y rasgada.
-¡Aiti!
-Dime.
-Te quiero.
-Y yo a ti idiota,mucho.

Y así,con cara de imbecil y sonrisa de tonta salgo por la puerta.
Y pienso,como todos los días que sin él todo sería distinto.
Si tuviera frío yo sería verano,
Si quisiera mojarse yo sería lluvia.

A veces me pillaba sin fuerza,
Sin defensa,
A traición,
Como una canción de la que sólo él tenía los acordes.

Quería que fuera suyo,
Que se mirara con mis ojos y sonriera.
Lo quería así,porque sólo así me hacía feliz a mi.

Cuando estaba mal él me decía:
"Cierra los ojitos y piensa solo cosas bonitas"

Hoy cierro los ojos y solo pienso en él.