Todos los días de mi vida

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Me despierto y noto un vacío desolador al otro lado de mi cama.
Luis no está y Gala tampoco duerme en su cuna.
Decido salir a buscarlos porque lo más probable es que la niña se haya despertado y yo no me hubiera dado cuenta.
De camino al salón paso por la habitación de Julia y tampoco está allí.

No hay nadie en la casa y cuando me acerco a la cocina me encuentro un post-it junto al que yo habia puesto.

"Prepárate,Amaia viene por ti a las 10.
Te queremos"

No podía evitar no sonreír.
Corro como una loca por toda la casa buscando un conjunto para algo que ni siquiera sé que es.

A las diez menos diez de la mañana Amaia toca la puerta acompañada de Aiti que nada más verme me da uno de los abrazos más sinceros que nadie me haya dado.

-¿A dónde vamos?
-No empieces Aiti,sabes que con Luis todo es sorpresa.
-Amaia,por favor.
-No,vamos.

Salgo por la puerta convencida de que ha hecho un pacto con Luis de los irrompibles.
Durante el trayecto barajo mil posibilidades que a cualquiera le parecerían descabelladas pero que viniendo de Luis siempre serian poca cosa.

Llegamos a un lugar precioso con mucha vegetación y decorado con mucho blanco.
A lo lejos veo a Julia con sus abuelos y eso me desconcierta aún más.

Amaia me da la mano y me jura que mientras más tranquila esté,mejor.
Con su mano en la mia tengo el valor para empezar a caminar y encontrarme con los demás.

Aiti se posiciona al lado de Julia y me miran sonrientes.
Lo saben todo y ahora me encaja el hecho de que Aiti estuviera tan callada en el camino.
A su lado mis suegros,con cara de felicidad y mi pequeña Alba agarrada a la mano de su abuelo.
Junto a Ana,María.Las dos preciosas e intentando aparentar normalidad.

Amaia deja de apretar mi mano para ponerse al lado del carrito de Gala y quedar frente a mi.

Abren paso y sale él.
No creía en la magia pero me miró a los ojos y supe que ellos sí tenían truco.

Viene directamente hacia a mi y después de intercambiar un guiño de ojos con Julia se queda frente a mí.

-¿Qué significa todo esto?
-Déjame hablar por favor,cuando termine todo lo que tengo que decir me contestas.
Asiento con la cabeza y cojo su mano.
Está nervioso y juega con mis dedos como si eso fuera a calmarlo.
-Empieza.

Toma aire y me clava la mirada en los ojos.

-Aitana,no existe una mujer que me complemente tanto como tú,nunca habia sentido esto por nadie y nunca nadie había intentado que sintiera esto.
No te quiero perder.
Amo tu sonrisa,tus locuras,tu piel,amo tus manias,amo que te muerdas el labio cuando te pones nerviosa y amo el olor de tu pelo en mi cama,amo que me hayas enseñado a querer y que seas mi mejor amiga,que seas apasionada y que despiertes a mi lado cada mañana,amo como cuidas a nuestras hijas,amo todo contigo y de ti.
Nunca te he tenido que pedir que me llames ni que me respondas rápido,ni que me respetes y mucho menos que no me falles,no tuve que pedirlo nunca porque lo hiciste sin necesidad de palabras.
Te quiero porque te enamoraste de mis defectos y comprendes todos mis errores,porque me aceptaste como soy y entendiste mi locura.
Te quiero porque eres mi lugar idóneo.
Me quedo ahí,en tus labios,es ahí donde no tengo que fingir y puedo reir horas siendo yo.
Todos los martes trece contigo son de buena suerte,igual que todos los días.
Y me encantaría que siguieras siendo la luz al final de mi tunel.
Sé que hemos hablado muchas veces de esto y que ya me has contestado que sí pero nunca te lo había pedido con un anillo elegido por tu hija y tu ahijada.-sonrío mirando a Julia y sintiéndome orgullosa de que no hubiera heredado mi mala capacidad de mentir-Asi que ahí va.

Me mira nervioso intentando descifrar en mis ojos una respuesta a la pregunta que todavía no habia hecho.

Aquí,delante de mis padres,de nuestra mejor amiga,de Anita,de nuestras hijas,de la sobrina consentida,de mi hermana y de nuestra ahijada...-se arrodilla ante mi aún agarrando mi mano derecha y yo le imito para quedar a su altura-.Aitana Ocaña ,¿Te quieres casar conmigo?

Sonrío plena,satisfecha de haberme encontrado con él en un aeropuerto hace ya casi nueve años.
Orgullosa de haber retomado algo que quedó pendiente hace siete y contenta de tenerlo delante de mí con una caja roja en las manos.

Solo tengo valor para mirarle a los ojos y ver el brillo que desprenden mientras achina sus ojos al verme sonreír.
Al fin y al cabo no se podia vivir midiendo cada paso y si tenia que equivocarme con él lo haría y ya está.
Hace siete años pensaba que arreglar lo roto podía cortar.Hoy solo pienso que si hubiera derramado sangre intentando arreglarlo me hubiera dado igual.

-Quiero casarme contigo todos los días de mi vida Luis Cepeda.

Respira aliviado sonriendo y haciendo chocar mis labios con los suyos justo al ritmo de nuestros corazones nerviosos.

-Te quiero.

Vemos a las niñas correr para quedar debajo del toldo.
Miro hacia afuera dandome cuenta de lo que está pasando.

Arrastro a Luis para quedar al aire libre.
Los dos solos y abrazados bajo las gotas que caían sobre nosotros.
Rodeo su cuello y me pierdo en su rostro.

Sin palabras había respondido a su "te quiero" de la forma más improvisada y significativa.

-La lluvia siempre trae cosas buenas Pedrito.
-¿Qué quieres decir?
-Yo también te quiero.

El Silencio Dijo SíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora