El Silencio Dijo Sí

Me dejo disparar

-Pues nos vamos a quedar allí porque mamá vivió hace muchos años en esa casa y además Luis nos a ofrecido quedarnos hasta que encontremos otra.
-¿Y le voy a tener que hacer caso?
-Me temo que si pero no creo que vaya a mandarte mucho.Vamos a seguir igual que siempre solo que ahora viviremos en casa de Luis.
-¿Y en esa casa también vamos a comer verduras?
-Muchas.
-Jo.
Me hace gracia que por lo único que se preocupe mi hija al decirle que nos vamos a vivir a otra casa con un desconocido para ella sea que tiene que comer verduras pero a la vez me llena de paz saber que no tiene ningún problema por convivir con Luis,por lo menos durante unos días.

Había quedado con Luis en que esa mañana hablaría con ella,iríamos a buscar un colegio y sobre las tres de la tarde quedaríamos en su casa,nuestra casa.

Queriamos ponerle la mudanza a Julia en bandeja y la idea fue de el.
Me dijo que no había ningún problema si Julia quería preguntarle algo y que la llevara para que se familiarizara con la que seria su casa.

Sobre las 14:30 ya estábamos delante de la puerta en la que Luis nos recibió como si realmente lleváramos viviendo allí los tres juntos muchos años.
Pasa Julia y le da un beso en la cabeza al que ella corresponde con una cordial sonrisa y un beso en el moflete.
Paso yo y me toca un abrazo,un abrazo de esos en los que entiendes que has tenido frío toda tu vida,y,como no sus besos en mi cabeza.
-¿Como estáis?
-Bien,mamá me ha dejado desayunar cereales en vez de fruta.
-Uy.¿Es un día especial entonces?
-Supongo.
-Entonces tendremos que merendar algo rico también.
-Ey,no.Julia,sabes que hay que alimentarse bien.-me atreví a intervenir-.
-Luis,ya has oído a mamá.
-¿Y no se puede hacer nada? Porfa Aitana.Déjame mimarla.
Me eio ,muchísimo.Mi hija y Luis compinchados para que los deje merendar "algo rico".
Miro a la niña,me agacho y digo unas palabras en su oído.
-Bueno,pero quiero muchos besos mientras lo pienso.
La niña inmediatamente me llena la cara de besos y tira de la mano derecha de Luis dejándolo de cunclillas a él también.
-Luis,le tienes que dar besos a mamá si quieres merendar rico.
Mi mirada cae al suelo y siento una mano tirar de mi barbilla.
Me lo encuentro haciéndole frente a mi cara y un duelo a mis ojos.
Se acerca y me besa la mejilla.
-¿Que te apetece?¿Crepes?-le sonríe a la niña victorioso.
Han ganado por goleada.

Mientras Julia arma un puzzle que Luis le ha prestado aprovecho para ir a la covina ,de donde ya sale un delicioso olor a crepes con nutella.
-Oye,gracias.
-¿Por?
-Por intentar llevarte bien con ella,auque eso suponga llevarme la contraria.
-No es nada.Es encantadora Aiti.
Aiti,hacia mucho que no me llamaban así.
Y se que si era él quien me llamaba volvería a girar la cabeza y la vida,
volvería a abrazarle fuerte,
volvería a perderme en sus ojos,
volvería loco a cualquiera hablándole de el,
volvería a vivir en su pecho,
volvería a desear que todo dure siempre,
volvería a buscarle en cada Agosto,
volvería a perderme en su voz y su guitarra,
hay gente que se apellida magia aunque nunca llegue a saberlo.

Tenia claro que uno a lo largo de su vida conoce a mil personas pero solo unas pocas marcan y aunque las cosas mas bonitas son las que se acaban siempre quedaría el ápice de esperanza de que si te hace reír,vale la pena intentar.

-¡Aitana!Ey,¿en que piensas?
-En nada,en nada.
No me había dado cuenta pero llevábamos varios minutos en silencio.
Ahí,donde hasta el silencio es cómodo,ahí nace el amor.

-¿Vemos una película como en los viejos tiempos? Podríamos ver la que elija Julia.
-Me parece bien.

Julia elige una de la que ni siquiera tenemos noción.
Al final de la película la protagonista se deja disparar por su novio y mueren en los últimos segundos de la película.
Una pésima elección de una niña de 4 años.
-¿Si quieres a alguien hay que disparar?
Sabía yo que esa película no iba a traer nada bueno.
-No exactamente.Disparar no es bueno en ningún caso amor.
-¿Tu te dejarias disparar?-se lo pregunta a Luis-.
-Julia,a dormir cariño.
La niña me coje la mano y la acompaño al baño antes de ir a la cama.
Luis pasa por mi lado y me susurra al oído:
-Me dejo disparar si las balas son besos,si la pistola apunta a mi cuello y si quien aprieta el gatillo, eres tú.