El Silencio Dijo Sí

No firmamos la paz

-¡Hola!
-Hola señor Cepeda,¿Cómo te ha ido en el trabajo?
-Muy bien.¿No me piensas saludar?

Me acerco y le planto un beso.

-Voy a recoger a Julia al colegio.¿Te quedas con Gala o me la llevo?
-Me quedo con ella y os espero para comer.
-Hasta después.
-Hasta después amor.

Mi camino se hace un poco más aburrido sin tener que recoger un peluche cada cinco minutos porque últimamente Gala ha decidido que ese juego es bastante más gracioso que dar palmaditas.

En la entrada del colegio ya hay varias madres y entre ellas Marta.
-Hola Aitana.
-Hola Marta,¿Que tal?
-Muy bien.Oye,habrá que cenar o algo para celebrar que ahora Luis y yo trabajamos juntos.
-¿Cómo?
-Sí...¿No te lo ha dicho?
-No,lo he visto antes de salir pero se le habrá pasado.
-Pues sí,soy la maquilladora de su gira.
-¿Se va de gira?
-Aitana...es que no sabes nada.
-Ya veo que no.

Julia me salva de uno de los momentos más incómodos de mi vida cuando sale por la puerta y viene corriendo a abrazarme.

-Hasta luego y perdón si he dicho algo que no debía.
-Tranquila Marta,está todo bien.

Camino casi callada escuchando las tres mil aventuras de Julia que volveré a escuchar cuando lleguemos porque se las contará a su padre.

La niña y Luis se saludan efusivamente mientras yo sirvo la comida.

Nos sentamos y no logro mirar a Luis a la cara pensando que estará buscando el momento peeciso para contarmelo todo.

-¿No tienes nada que contarme?
-Que yo sepa no.
-Vale.

Recojo mi plato y decido ordenar la cocina.
No estaba para nada desordenada pero algo habia que hacer para llamar la atención.

-¿Qué le pasa a tu madre?
-Ni idea.Por mi culpa no es.
La niña pone los brazos a modo de disculpa y logra sacarme una pequeña sonrisa.

Cuando Luis acuesta a Gala en su mantita de juegos y su hermana se pone a su lado para intentar arrancarle sonrisas sin sentido viene a sentarse a mi lado.

-¿Me vas a contar que te pasa?
-Pensé que teníamos cierta confianza.
-Es más fácil que me digas que es lo que no te he contado que enfadarte.
-Es más facil que me lo cuentes antes de que me tenga que enfadar.

Sin volverlo a mirar me levanto y me voy a la habitación.

No tardan mas de cinco minutos en llamar a la puerta pero para mi sorpresa es esa persona que siempre me salva.

-Hola,¿Se puede?
-Hola Amaia,claro.
-Me ha dicho Luis que estás un poco mosqueada.
-Se va de gira y no me lo ha contado.
-¿Y cómo te has enterado?
-Me lo ha dicho Marta.
-¿Y quién es esa?
-Una madre del cole.
-No entiendo nada.
-La han contratado como maquilladora en la gira,otra cosa que no me ha contado.
-Que joyita Cepeda eh.
-Ya ves.

Tocan en la puerta y las dos miramos inmediatamente.

-No quería molestaros.¿Me puedo llevar a las niñas al parque?
-No me tienes que pedir permiso.
-Está bien, traemos la cena.
-Vale.
-Y después hablamos Aitana,no te libras.
-El que no se va a librar eres tú.
-Adios chicas.
-Adiós.

Lo decimos casi al unísono y cuando cierra la puerta me doy cuenta que casi sin ser consciente habia levantado un poco la bandera.

Firmar la paz iba a ser un poco más complicado.