El Silencio Dijo Sí

Yo también te quiero mamá

Tres horas y solo dos centímetros dilatados.
Ella ya empezaba a desesperarse y yo no encuntraba la calma ni para mí.
Cada contracción era un suplicio para Aitana y cada grito de dolor un suplicio para mi.

-Luis,prometeme que todo va a salir bien.
-Aiti...
-Luis,por favor.
-Pues claro que va a salir todo bien,sois unas campeonas.
-Gracias.
-¿Por?
-Por todo.

La beso pero muy lejos de sonreír abre la boca y grita silenciosamente.Contracción.

-Tranquila mi amor,Gala ya mismo está aquí.

Las horas pasan y nosotros nos desesperamos cada vez más.
A las 7 horas de la primera contracción el parto parece tomar camino.
La niña era un poco prematura y seguramente habría que mantenerla en observación.
Cuando nos informan de todo vemos el desenlace.

Ella tumbada en la camilla,tres enfermeras y una matrona.
A su derecha mi mano apretando la suya.
Nada podía salir mal.

Mas de nueve empujones y mi niña estaba fuera.
Un llanto precioso,el de ambas.
Solo veo a enfermeras cogiendo a mi bebé pero no soy capaz de reaccionar.
Una de ellas se acerca y se la pone a Aitana en el pecho.
Aitana sabe perfectamente que hacer,la acaricia con una coreografía aprendida y le da besos justo en el lado perfecto de la cabeza.
Y ahi empieza mi miedo,porque no sé si podré llegar a ser la mitad de ella.

Ella agena a todo solo me mira y me pregunta en tono dulce que si la quiero coger.
A pesar de la inseguridad del momento solo puedo decir que sí porque la cara de mi niña no me permite decir otra cosa.

Con la niña en mis brazos me limito a mirarla y llorar,llorar porque por fin acababa de conocer a quien ya amaba de mucho antes hasta que siento una mano acariciando mi moflete.

-Gracias.
-Gala trae mucha lluvia Pedrito.
-Yo también te quiero mamá.