Vas a ganar

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-Te escucho.
¿Por qué no? Ella merecía el beneficio de la duda y poderse explicar,cualquier otro no,pero ella sí.
-Cuando estabas terminando me tocó el hombro y empezamos a conversar.Luego vio a las niñas y yo no le iba a mentir.
-Hasta ahí todo bien pero... ¿para qué vas a su casa?
-Luis,imaginate que dejas de hablar con Julia y de repente de un momento a otro te enteras de que tienes dos nietas.
-Podías haber ido después de preguntarme.
-Reaccione lo más rapido que pude y no me negué.
-Joder Aitana,voy a tener que darles una explicación sí o sí.
-Al fin.
-Si no hubieras ido no habría pasado esto.
Noto su cara de desilusión y me doy cuenta de lo que acabo de decir pero no lo retiro.
-Tranquilo,a partir de ahora no nos vas a ver más por tus conciertos pero a Julia se lo explicas tú.
-No me molesta,solo digo que justo en Galicia podían estar mis padres.
-Y en cualquier otro lugar.Deberías llamarlos.
-Deja de meterte ya en esto por favor.

Me mira seria,más que nunca y se levanta de la cama que hasta ahora compartíamos para hablar.
-No juegues a perderme porque te aseguro que vas a ganar.

Dicho esto sale de la habitación dejándome totalmente descompuesto.
No sé por qué le habia dicho eso.
Quería que se entrometiera en todo y que me aconsejara hasta las dos de la mañana un sábado sabiendo que el domingo me olvidaría de todo.
Supongo que todo se debía a que siempre he sido muy sensible con el tema de mis padres y no le permitía a nadie que me advirtiera sobre ellos,salvo a ella.

Me levanto de esa cama para salir a buscarla a sabiendas de que no va a ser nada fácil pedirle perdón y que acepte las disculpas.
Me la encuentro repitiendole a Gala una y otra vez la palabra "mamá".
Evidentemente se había emocionado con que la niña llamara a su hermana y ahora tenía celos.

-Gala,se dice papá.

No levanta la vista,no me mira.
Me siento al lado de ella y dejo un beso en la cabeza de Gala a lo que la niña responde estirando los brazos para venir conmigo.
Aitana me la pasa y susurra un inaudible "toma".
Hace el amago de levantarse y la paro con la mano con la que no estoy agarrando a la niña.

-Perdón,no tienes la culpa de nada.
-No pasa nada Luis.
Sí pasaba,esa frase no habia sido sincera y los dos lo sabiamos.
-Eres mi casi mujer Aiti,no me importa que opines sobre mi familia.
-No lo parecía hace un ratito.
-Lo quieres todo eh.Está bien,los voy a llamar.
Sonrisa de medio lado,había ganado la guerra.
-Los puedes invitar a cenar.
-Tampoco te vengas arriba,solo he dicho que los voy a llamar.
-Está bien Pedrito,no te agobio más.
-Gra...

Una voz me interrumpe.

-Mamamamama.

Aitana me mira con los ojos muy abiertos.
-Luis,ha dicho mamá.
-Yo le he entendido papá.
-¡Ha dicho mamá!
Poco le falta para llorar cuando la niña en un poco entendible español vuelve a repetir lo mismo.
-No cabe duda amor,ha dicho mamá.
-Ella mamá y tú amor,hoy es mi dia de suerte.
-Idiota.

Coge a la niña y la llena de besos.
Gala la mira confusa y no me extraña.
Si llega a saber que abrir la boca le iba a producir ese agobio y asfixiamiento por parte de su madre no hubiese probado suerte.

-Te quiero,te quiero,te quiero.

Lo dice repetidas veces y en su oido.
Sin duda era una de las imagenes que más habia disfrutado desde que Gala había nacido.
La cara de felicidad de su madre lo inundaba todo y yo no creía merecer tantísimo.
De pronto me invade una duda que a priori era estúpida pero que a mi me imquieta cada segundo de mi vida.

-Aiti,¿Eres feliz?
-Mucho,y cuando podamos ir de visita a casa de los abuelos lo seré más.

Niego intentando razonar lo insistente que es cuando se lo propone.

-¿De qué color vamos a poner el mantel en la cena?

El Silencio Dijo SíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora