Que venga quien quiera

1.5K 77 21
                                    

-¿Me vas a llamar todos los días?
-Aiti...te lo prometo.
-Te voy a echar de menos.
-Y yo a vosotras.
Me mira pensativa y yo le respondo con una sonrisa demasiado falsa.
-No te veo muy contento por ir a hacer lo que más te gusta de este mundo eh.
-¿Has visto los pucheritos de Julia?
Niega con la cabeza.
-No tienes remedio Cepeda.Va a estar bien,solo te va a extrañar.
-¿Y si la meto en la maleta?
Primera sonrisa dentro de ese cuarto después de una hora preparando la maleta.
-Oye,¿Te puedo preguntar algo que sé que te va a molestar?
-¿Puedo decidir si responderte o no?
-Claro.
-Pues pregunta.
-Ahora que vas a ir a Galicia con la gira...
-Ya sé por donde vas.
-Luis,ni siquiera saben que Gala existe.
-Por eso mismo Aitana,nunca se han preocupado.
-Pero son tus padres.
-¿Y?
-Luis,se merecen saber algo de ti.
-No he cambiado de teléfono,al no ser que se les haya perdido no creo que quieran saber nada de mi.
-Prometeme que lo vas a pensar.
-Aiti,ya.
-Por favor.
-¿Puedes parar?
-Imagínate que son tus hijas quienes te lo hacen a ti.
-Yo me preocuparía por saber donde o como están.
-Hazlo por mi.
-Lo voy a pensar.

Sonríe satisfecha.
Una vez más ha ganado por goleada.

Guarda un par de mis blusas en su cajón e intenta disimularlo lo mejor que puede.

-¿Me has visto?
-Eres muy poco discreta.
-Así no te echo tanto de menos.

Tiro de su brazo izquierdo y la envuelvo,no me importaría vivir así toda mi vida.

-En menos de lo que te imaginas estoy aqui de nuevo.
-Luis.
-Dime mi vida.

Se despega de mi y me mira directamente a los ojos.

-¿Cómo me has llamado?
-Aitana,he dicho Aitana.
-Luis,¿Cómo me has llamado?

Evado la pregunta y me doy la vuelta para seguir eligiendo ropa y ponerla en la maleta.

La veo cruzar los brazos de reojo y salir de la habitación.

Yo salgo detrás.

Encuentro a Julia en el sofá con un cuento mientras su madre acuna a Gala de pie frente a la ventana.

Me siento al lado de ella y le susurro al oido que le diga algo a su madre.

Julia se da la vuelta y habla en voz alta.

-Mi vida.

Aitana se da la vuelta y nos mira confundida.

-¿Cómo?
-Te ha llamado mi vida.

Ella sonríe feliz de haber cumplido su proposito y Aitana sonríe escuchando lo que quería.

Viene con Gala en brazos y me planta un beso el cual yo profundizo y que ella termina después de sentir la mirada incómoda de Julia.

-¿Es tu vida?
-Vosotras también.
-No pasa nada papá,me gusta que mamá sea tu vida.

Era igual que su madre y eso me enamoraba aún mas.
Juraría que alguna vez habia visto sus caras reflejadas en las que ponia su madre cuando nos conocimos hace ya casi ocho años y la forma de pesir cosas era la misma.
Y no me refería para nada a caprichos o cosas matariales.
Me refería a la manera de mirarte con brillo en los ojos y pedirte un abrazo o un besito en la cabeza que aunque pareciera que no a las dos les chifla.
Me refería a la manera de aniquilarte con una sonrisa de medio lado cuando les despeinas el flequillo o la simple cara de asco cuando huelen algo que no les agrada.

Y las miras y disipan todo.
Te demuestran que se puede volar aún con las alas rotas,que se puede mirar a alguien sin evitar pensar lo guapa que está aún recién levantada y con legañas en los ojos,que si ya son bonitas despiertas cuando sueñan aún más y que teniendo cicatrices se atreven a sonreír y son inusualmente hermosas.
Descubres el arte en todas sus formas posibles.
Te aseguras de que quieres verlas sonreir aunque no seas tú el motivo de la sonrisa y que las encuentras en todas partes sin tener que buscarlas.

Empezaba a querer con ellas lo que nunca me habia atrevido a querer con nadie.
Que pusieran sus cabezas a cada lado de mi pecho cuando nos fuéramos a dormir y que me contaran todos sus sueños y que si podia ser estuviera yo ahi para ver como se cumplian.

Y que vieniera quien quisiera que yo me quedaba allí,con ellas.

El Silencio Dijo SíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora