El Silencio Dijo Sí

Aquel sofá ardía

Julia baja a desayunar y ve churros con chocolate.
Frunce el ceño.
-¿Cual es la mala noticia?
-¿Como?
-Sí,siempre que me vas a decir cosas que no me gustan desayunamos esto.
-No hay ninguna mala noticia pero Luis quiere hablar contigo.
-¿Y donde esta?
-Duchándose,ahora viene.
La niña debora el chocolate con churros y yo me voy al baño a ver como le va a Luis.
Cierro la puerta tras de mi y me sonríe.
-¿Que haces colandote en el baño?
-Julia ha bajado a desayunar,te toca entrar en acción.
La sonrisa se le borra y se sienta en el váter. Yo me cruzo de brazos apoyada en la puerta.
-Madre mía, Aitana.
-¿Que? No entiendo nada.
-Que me da miedo.
-Pero que dices si tiene cinco años,no te va a morder.
-Ahora bajo.
Me acerco a darle un beso que no tarda en corresponder aunque no sea muy efusivo.
-No seas tonto,regalame una sonrisa porfa.
Me mira a los ojos y finje una sonrisa nerviosa.
Niego con la cabeza y bajo a la cocina de nuevo.

Para cuando Luis baja ya Julia ha terminado de comer y esta sentada en el sofá con su guitarra.

Luis se acerca despacio y se sienta a su lado.

-Hola.
-Hola peque,buenos días.-le da un beso en la cabeza y yo observo desde el marco de la puerta-.
-Dice mamá que quieres hablar conmigo.
-Sí,mira, como ya sabes soy cantante y los cantantes tenemos que dar conciertos.Me voy dentro de dos semanas a cantar por ahí.
-¿Ya no nos quieres?
Los ojos de Julia se humedecen y a mi se me parte el corazón.
La cara de Luis no refleja nada bueno.
-Claro que si,nos digas eso.Os quiero muchísimo.
-¿Y por que te vas a ir?
-Pues porque es mi trabajo,lo tengo que hacer.Dime una cosa,¿a que si en tu colegio hay excursión tienes que ir?
-Sí.
-Pues ya esta,lo mio es una excursión un poco mas larga.
-¿Me vas a traer chuches?
Sonrio,respiro y niego.Esta niña es un caso.
Luis sonríe y la abraza.Se ha quitado un peso de encima y no ha ido tan mal.

Allí,apollada en la puerta de aquel salón me sentí bien.
Estaba con el hombre que me hacia feliz.
Y podría decir que era el hombre de mi vida pero no lo decía porque la vida es mucho mas que un hombre.
Luis me hacia feliz y me complementaba, si,me complementaba porque yo ya era completa.
Una mujer no necesita una media naranja.Una mujer es la naranja completa, exprimida y hecha zumo.
Estaba con el y con sus manías,con su mal humor y sus cosquillas en mis costillas,con el y sus ganas de comerse el mundo.
Estaba con el y su sonrisa.
Y allí,abrazada a el tenia lo mas grande que he tenido nunca,una niña de ojos azules que vivió dentro de mi ocho meses y medio porque era muy desesperada para aguantar nueve.
También la tenia a ella y sus ganas de conocer,su valentía,su fuerza y su coraje,su adicción por el chocolate y todo lo que no fuese verdura.
Los tenia ahí,abrazados y mirándome con caras raras.
Quizá por verme emocionada.
Quizá por atreverme a escuchar una conversación privada.

Pero ellos solo me sonrieron,me estiraron la mano y me hicieron un hueco entre ellos.

La felicidad era jugar con fuego y aquel sofá ardía.