Inmensamente felices

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-Yo estoy divorciada.
-Ah,yo estaba comprometido pero no sé en que habrá quedado la cosa.-miro a Aitana buscando una respuesta y solo recibo una sonrisa de medio lado-.
-Oye,¿Y os apañais con las niñas?
-Sí,bastante bien la verdad.Aitana y yo nos organizamos y cuando queremos hacer algo especial muy de vez en cuando las cuida su tía.
-Vaya...Pues yo estoy sola con Laura,su padre falleció cuando ella era más o menos de la edad de vuestra hija más pequeña.
-Lo siento mucho.-Aitana se pronuncia y se sienta a nuestro lado en el sofá.
-La verdad es que me ha costado mucho pero me siento orgullosa de lo que he construido sola.

A Aitana se le resbala una lágrima y agacha la cabeza queriendo esconder lo que le acaba de causar la pequeña historia que Marta nos cuenta con el corazón totalmente encogido,casi como se lo acaba de dejar a ella.
Se levanta retirandose el agua de los ojos y nos mira antes de irse.

-Voy a ver como van las niñas.

Nosotros asentimos y seguimos hablando.

-¿Te puedo preguntar algo Luis?
-Claro.
-¿Eres cantante no?
-Así es.
-Hace tiempo que no se te ve por ahí.
-Bueno...con el embarazo y el nacimiento de Gala tuve que parar un poco.Sigo trabajando pero ya no me voy de gira.
-¿Pero la retomarás no?
-Supongo pero cuando uno es padre se da cuenta de que renunciaría a casi todo por no perderse un solo segundo de la vida de sus hijos.
-Cuanta razón...

En ese preciso momento aparecen dos niñas saltando de las manos de Aitana.

-Mamá,hemos ido a la habitación de Julia y tiene juguetes chulisimos.
-¿Ah si?Tendrás que invitarla a casa para que le enseñes los tuyos.Por lo pronto nos vamos.
-¿Ya?
-Ya.Mañana hay colegio y todavia hay muchas cosas por hacer antes de acostarse.

La niña acepta con resignación las ordenes de su madre y se despide de Julia a la vez que Aitana se pone a mi lado para admirar el panorama.

Llega hasta nosotros y habla en el tono mas dulce que puede.

-¿Os podéis agachar?

Los dos flexionamos las rodillas a la vez y nos quedamos a su altura.
La niña planta un beso en cada cachete a los dos y se engancha a la mano de su madre.

-¡Hasta otro día!
-¡Hasta otro dia Laura!-decimos casi al unisono.
-Hasta luego y gracias por todo.
-Nos vemos Marta.

Luis va a por Gala y la trae al salón donde ya Julia está escogiendo la película y yo estoy intentando ponerme cómoda debajo del cuerpo de mi hija que por supuesto me ha abrazado y supongo que no se moverá de ahí desde el principio hasta el final.
Luis apoya su cabeza en una de mis piernas y a Gala en su pecho.

Yo logro librar una mano del abrazo de Julia para mover el pelo de Luis a modo de caricia y ya de paso molestarlo despeinando ese elaborado tupé en el que habia ocupado gran parte de la mañana.

Ahí,sin querer.
Con una pierna dormida por el inexistente peso de la cabeza de Luis,un brazo inmóvil por la presencia de mi hija la mayor,una vista panorámica de mi hija la menor sobre el pecho de mi casi marido y la presencia del amor de familia pululando por aquel salón podía atacarnos un tsunami y llevarse todo lo que pudiera arrastrar pero si algo iba a quedar detrás de esa catástrofe sería ese sofá con cuatro personas que sin darse apenas cuenta se hacían inmensamente felices.

El Silencio Dijo SíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora