A un acierto de fallar

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Una cena,a priori era un plan un tanto anticuado para dos personas como nosotros pero se trataba simplemente de pasar juntos un rato y reírnos un poco de la vida.

Había tenido en cuenta cada detalle y aunque Miriam no se daría cuenta de ello debido a su extrema distracción había comprado su vino favorito y lo había decidido combinar con otra de sus cosas favoritas,mi tortilla.
En la mesa del recibidor no podían haber otras flores que no fueran margaritas,sus favoritas.
Y por supuesto,esperandola en el salón reposaba desesperada mi guitarra ya afinada.

Es la hora acordada y oigo la puerta queriendome indicar que mi cita ,estaba aquí.

El saludo no es del todo efusivo y es que la idea de la cena surge de tener que arreglar algunas diferencias que saltaron a la vista esa misma mañana.

-¿Estás más tranquila?
-Cepeda,no empecemos por ahí,tengamos la fiesta en paz.

Eso era Miriam,un amor absoluto pero cuando decidía enfadarse no había ser humano que pudiera entenderla.

-Está bien.
-¿Has puesto margaritas?
-Sé que son tus favoritas.

Su mueca es de real sorpresa,nunca recordaría haber dado un dato como ese pero yo sí lo recordaba porque todo lo que ella me contara a mi me parecería interesante.

-Eres impresionante.
-¿Eso es bueno o malo?

Decide sentarse y observar el panorama.

-De momento es bastante bueno.

Podía volver a respirar.
Habia tregua.
Esta mañana había metido la pata y nada me habia dolido más que su cara de decepción,parecida a la de Gala cuando le leo el cuento más corto sustituyendo su favorito porque es demasiado tarde.

-Me quitas un peso de encima.

Sonríe tristemente.

-Necesito hacerte preguntas.
-Eso no me lo esperaba,señorita Miriam.
-Esa es la gracia.

Así era ella,podía tener una molestia monumental y mil dudas que quería resolver esa misma noche pero la espontaneidad seguía siendo su fuerte.

-A ver,dime que quieres saber.
-Necesito saber que estás dispuesto a intentar esto que tengamos.

Atrapo su mano izquierda y la miro obligandola a que fije su mirada en mí.

-Te he presentado ante la madre de mis hijas y mis hijas y te he llevado a uno de los momentos más importantes para Julia en todo el curso.No sería muy descabellado pensar que quiero intentarlo de verdad.
-Sí,soy consciente de ello pero hay miradas que no mienten,como las que le dedicas a Aitana.

Tengo que pensar la respuesta,no es facil hilar palabras que definan precisamente lo que siento.

-Sigo sintiendo mucho,muchísimo,por Aitana y creo que nunca la dejaré de querer,va a estar siempre en mi vida y tenemos personitas en común pero llevamos mucho tiempo separados y lo único que intento es darme una oportunidad a mí mismo por primera vez.Solo quiero ser egoísta y equivocarme,tengo derecho a hacerlo sin ser juzgado y sin que se vea una barbaridad el hecho de que quiera rehacer mi vida.
-No sé que decirte...
-No sé si estoy a un error de acertar o a un acierto de fallar.Lo que sé es que sea lo que sea quiero darme a mi mismo la oportunidad de descubrirlo.

El Silencio Dijo SíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora