En ese instante de mi vida

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-Hombre,el padre con más ojeras del mundo,¿Te han dado la noche?

A juzgar por mi cara Miriam tenía toda la razón.
Gala había tenido un arrebato de echar de menos a Aitana y si no escuchaba mi voz entonando alguna canción no era posible calmarle.

-No lo sabes tú bien,Miri.
-Pero si parecían lo más tranquilo del mundo.
-Lo son pero cuando echan de menos los abrazos nocturnos de Aitana no me queda de otra que trasnochar.

Ella solo asiente mientras yo saco la guitarra para una vez más,trabajar juntos.

-Cepeda,¿Te puedo preguntar algo?

Arqueo una ceja y me siento frente a ella.

-Miriam,lo que quieras.

Se ríe al oirme usar el mismo tono que ella ha usado antes.

-¿Qué se supone que está pasando entre nosotros?

Mentiría si dijera que la pregunta no me tomó por sorpresa pero realmente en algún momento se tenía que dar.
Cenabamos juntos casi todos los días despues de salir del estudio y aunque el único beso que habia habido entre nosotros está considerado por ambos como un desliz,existió.

-No lo sé.¿Qué se supone que debería pasar?

Su semblante cambia y pasa a ser serio.

-Cepeda,dime ya lo que quieres porque me estás volviendo loca.
-Miri,ni yo mismo sé lo que quiero pero podemos intentar ser felices sin ponerle etiqueta,no por ahora.

Parece satisfecha con mi propuesta.
Se acerca a mi y pone ambas manos a cada lado de mi cara.
Yo rodeo su cintura intentando espantar todas las voces que me repiten una y otra vez en mi cabeza que me estoy equivocando.

Cuando menos me lo espero y sigo perdido en esos ojos marrones que a cualquiera le harían perder la noción del tiempo estampa sus labios en los mios y mi única reacción es sonreír contra ellos.

-¿Me acepta usted nuestra primera cita?
-Ceno más contigo que conmigo mismo.
-Pero nunca hemos tenido una primera cita como tal.

Sonrío negando y quitandole importancia a la valentía que le había salido de repente para poder ocultar su vergüenza.

-Acepto.


Y lo cierto es que no,no me podía quitar de la cabeza a Aitana y no podía negar que seguía ocupando mi corazón pero Miriam era luz dentro de la oscuridad,era una salida clara a todo aquello que me atormentaba y había sido mi mayor apoyo al verme plasmar aquellas canciones en una maqueta.

Miriam era justamente lo que necesitaba en ese instante de mi vida.

El Silencio Dijo SíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora