El Silencio Dijo Sí

Ayúdame a entenderte

-Mira Luis,es que no se a que viene esto.Ya lo hemos hablado muchas veces.
-Pero todavía no me ha quedado claro.

Ella decide sentarse en el sillón.Por lo que intuyo le está agotando bastante la conversación.

-Me debes odiar.
-Aunque quisiera odiarte no podría,pero ayudame a entenderte.

Sonrie y me ofrece un hueco a su lado.

-Luis,yo no quiero que vivas pendiente de mi,de mi cáncer...
-He seguido pendiente aunque me hayas querido alejar.
-Lo sé,y también sé que si no llega a ser porque visitas a las niñas cada día eso no hubiera sido asi.
-Tienes razón,quizá me hubiese intentado enterar a través de Amaia pero nunca hubieras dejado de ocupar mi pensamiento segundo tras segundo.
-Luis...
-Es la verdad Aitana.Si quieres te miento y te digo que no me dolió que me pidieras tiempo con planes de boda hechos,o que no me parte el corazón separarme de ellas dos cada noche después de ducharlas o incluso que no me remueve nada cada vez que te veo y me pregunto porqué coño no veo tus labios entreabiertos y tu flequillo sudado cada mañana en mi cama pero no estaría siendo sincero.
-Te pedí tiempo porque lo necesitaba y lo sabes.
-Lo sé y no te lo recrimino pero no me pidas que me quede de brazos cruzados.
-¿Eso que significa?
-¿Me quieres?
-Pues claro que te quiero Luis.
-Muy bien,nos vemos esta tarde.
-Pero Luis...
-Y ponte más guapa todavia que nos llevamos a Julia al cine.Por Gala no te preocupes,se queda con Amaia.
-¿Y cuando has pensado todo eso?
-Menos preguntas.Por cierto,yo también te quiero.

Y así sin más me dispongo a salir de esa casa para ir a prepararme a la mía.

Sí,mi plan era conquistarla de nuevo y que viera que darse tiempos solo era perder lo mas preciado,lo que nunca vuelve que,precisamente es el tiempo.

Amaia llega a mi casa para ir juntos hasta la de Aitana y quedarse ahí a cuidar a Gala.

-Vaya,¿Que guapo tú no?
-¿Has visto?Me he puesto mi básica más elegante.
-Eres muy idiota Cepeda.
-Oye,¿Como te vendría hacerme un favor?
-Luis...
-Es por Aitana.
-Me viene fenomenal entonces.
-Te cuento de camino,¿Vamos?
-Vamos.

Y allá que ibamos.
Amaia a cuidar a la pequeña de los ojos verdes que claramente había heredado de su madre y que a mi me traían loco.
Y yo,yo iba a disfrutar de una tarde de dibujos en el cine porque seguramente Julia elegiría la pelicula y Aitana y yo nos tendriamos que hacer los emocionados con la idea.

Y aún asi la vería y prestaria atención porque sería por ella.

De alguna manera me veía en la obligación de reconpensarla.
Cinco años sin padre y cuando encuentra algo parecido deja de sentirlo cerca aunque nunca me haya perdido nada.

Asi que tenia dos trabajos.
Recuperar la sonrisa de mi Aitana y devolversela a mi hija,a Julia.