CAPÍTULO 54

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Después de elegir los arreglos florales, nos dirigimos a la siguiente parada en nuestra maratón de planificación de bodas. Esta vez, visitamos la tienda de vestidos de novia recomendada por Brenda, la organizadora de eventos. Al entrar, me encuentro rodeada de encajes, sedas y tul. Mariana y Aurora están emocionadas, sugiriendo vestidos de diferentes estilos y cortes.

- ¿Qué te parece este, Janine? - pregunta Mariana, sosteniendo un vestido con encaje delicado.

- Es hermoso, pero ¿no crees que es un poco demasiado clásico? - comento, examinando otro vestido más moderno con un diseño más ajustado.

- Tienes razón, debemos encontrar algo que refleje tu personalidad también - dice Aurora, señalando un vestido con detalles bordados y un escote en la espalda.

Pasamos horas probando vestidos mientras debatimos cada detalle. Finalmente, después de una larga deliberación, encuentro "el vestido". Es elegante y sofisticado, con un toque moderno que me hace sentir como una novia, pero también cómoda y segura.

Después de la tienda de vestidos, nos dirigimos a degustaciones de comida para la boda. Probamos diferentes platos, desde mariscos frescos hasta opciones vegetarianas y carnes exóticas. Es una experiencia deliciosa, aunque un poco abrumadora con tantas decisiones por tomar.

- ¿Qué te parece, Janine? ¿Te gusta el salmón con salsa de alcaparras o prefieres la opción vegetariana? - pregunta Raizad, mientras tomamos notas de nuestras preferencias.

- Ambos son deliciosos, pero creo que la opción vegetariana será perfecta para nuestros invitados - respondo, sabiendo que algunos amigos tienen preferencias dietéticas.

La jornada continua con más decisiones sobre la música, la decoración y los detalles finales. Cada paso me acerca más al día de mi boda, lleno de emociones y preparativos. A medida que el día avanza, me doy cuenta de que aunque es agotador, planear una boda también es emocionante y gratificante, especialmente con el apoyo y la ayuda de mi familia y amigos cercanos.

Al final del día, regresamos a casa exhaustas pero emocionadas por todo lo que hemos logrado. Nos espera un largo camino por delante, pero estoy lista para enfrentarlo con entusiasmo y determinación el sonido del celular me sacan de mi trance.

Llamada "Azael Britt"

- ¿Qué tal el día con las mujeres de mi casa? - habla Azael con satisfacción.

- Agotador, creo que nos casaremos mañana - río - solo faltan cosas mínimas...

- Ya me lo comentó mi madre, ¿te paso a recoger a las 10? - me pregunta.

- Perfecto, me das tiempo para dormir un poco más - hablo mientras entro a mi departamento - prepárate, mañana será peor...

- Para ti, yo solo estaré ocupado con los bocetos de las invitaciones y mi traje.

- Déjate de cosas - hago una señal a Lisbeth para que guarde silencio - ¡es muy injusto, Azael! ¡Tú deberías estar aquí por mí! ¡Odio las compras! ¡Es tu boda!

Se carcajea - "nuestra" - me corrige - sé que me necesitas, si es lo que quieres hacerme entender.

- idiota, te espero a las 10 - cuelgo.

Fin de la llamada

Miro con furia mi teléfono y lo lanzo hacia el mueble. El sonido del impacto me hace fruncir el ceño. Lisbeth me mira con una sonrisa divertida.

- Qué bien que te divierto - comenta, cruzándose de brazos.

- ¿Tan malo fue como para que merezca un insulto tuyo? - responde con curiosidad.

Sálvame: El cambio que hace el amor verdadero a alguien con corazon de HierroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora