- ¡Pero qué carajos! —dice Azael, caminando por el filo de su piscina.
- Estoy igual que tú —le respondo, alejándonos un poco después de la bochornosa escena con Carolina.
- ¡La mataré! —se pasa las manos por el cabello, tratando de controlar su enojo.
- Somos dos —hago una mueca y me cruzo de brazos— No podemos hacer nada, así que mantén la calma —digo, acercándome a él para que deje de caminar de un lado a otro.
- No puedo, Janine. No estamos haciendo todo esto por nada —me mira, tratando de tranquilizarse.
- Lo sé —susurro, me pongo de puntillas tratando de colocar mi frente sobre la suya
Él me besa tiernamente y suspiro.
- Eres mi calma —susurra, tomando mi mentón entre sus manos—. Eres mi reacción química —y me besa suavemente la mejilla.
- Y tú la mía —lo miro tiernamente— No dejaré que esa amarillenta plástica arruine mi fiesta de compromiso —le agarro la mano y lo arrastro hacia la fiesta.
Saludamos a algunas personas que nos dicen "Buenas Noches" sin prestarles mucha atención.
- Qué bochorno lo de esa mujerzuela—dice Mariana al oído.
- Ni me lo recuerdes —hablo entre dientes sonriendo, mientras vemos cómo Carolina se acerca a nosotros con una gran sonrisa.
- Qué descaro el tuyo, Carolina —dice la señora Raizad, furiosa.
- Raizad, no te sulfures —responde Carolina con sarcasmo— Hermosa, te saldrán patas de gallina por tu mal humor. Solo fue una broma, ¿verdad, algodón de azúcar? —dirige la mirada a Azael, que cierra los puños.
- Una desagradable, Carolina. No eres bienvenida, ¿en qué idioma te lo decimos? —dice Azael, tratando de controlar su ira.
- ¿Por qué eres tan brusco conmigo? —hace un puchero desagradable— Solo quiero llevar la fiesta en paz, benny boo.
- No hagas que pierda la poca paciencia que tengo y te saque del lugar —responde Azael, respirando entrecortadamente. Paso mis manos sobre sus anchos brazos.
- Tranquilízate —susurro en su oído—. La gente está comenzando a observarnos. —Nuestras miradas se conectan.
- Está bien, Si quieres disfrutar de nuestro compromiso, bienvenida, Carolina - la mira con un semblante serio - Pero si intentas hacer algo, te haré pasar la peor vergüenza de tu vida —dice Azael, agarrándome de la mano. Caminamos hacia la pista de baile. Azael comienza a relajarse mientras bailamos al ritmo de la música suave. Empiezo a reír suavemente por su expresión de póker.
- ¿De qué te ríes? —me pregunta, atento, mientras me gira.
- De tu cara —respondo con una sonrisa, dejándolo dejar el tema de Carolina a un lado. La velada cambia para mejor con las felicitaciones de la mayoría de los invitados, algunos besos y abrazos de Azael.
Aprovechando el momento.
Alrededor de las dos de la mañana, la ceremonia concluye. Fue clásica y un poco ostentosa, pero elegante. Las chicas se fueron temprano, y la familia de Andriel comenzó a retirarse. Conocí a más primos de Azael de lo normal, que hablaban turco en lugar de inglés o español.
- Estoy agotada —digo entrando a la habitación con las pocas fuerzas que me quedan en los pies.
Azael me observa mientras me quita las sandalias. Piso el suelo frío y siento un gusto increíble.
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Sálvame: El cambio que hace el amor verdadero a alguien con corazon de Hierro
RomanceApril Anderson es una joven dulce, humilde y extrovertida que, a lo largo de los años, ha enfrentado experiencias desgarradoras que ninguna mujer debería soportar. A pesar de los desafíos, su espíritu resiliente y su corazón amable la mantienen en p...