CAPÍTULO 56

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—El velo —habla Aurora

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—El velo —habla Aurora. Rápidamente, las encargadas del almacén comienzan a buscar el velo de novia adecuado. Me muestran varios, y elijo uno con bordes similares al vestido, transparente y de más de dos metros, realmente hermoso. Sonrío, inconsciente.

—Raizad, cancela. Es el vestido indicado —dice Aurora, cogiendo su bolso antes de irse. Se gira hacia mí—. Espero que el cabron de mi nieto se dé cuenta de la hermosa mujer que tiene a su lado. Regresaré pronto; necesitamos el vestido para la cena de ensayo.

- Le podemos ayudar con eso - habla la morena que nos a acompañado desde el día anterior.

- Sí, pero también me ayudas indicándome ¿dónde está el baño? - reímos

- ¿Cena de ensayo? - sonrió forzado

- Mi hijo no te aviso - me pregunta, niego - ¡Este irresponsable!

- Será este sábado - habla mariana - no te preocupes tenemos todo controlado - suspiro internamente

- Acompañe señorita, estos son diseños únicos que nos acaba de llegar - bajo con cuidado y camino nuevamente al vestidor, me ayuda quitándomelo.

- Le queda perfecta señorita - asiento sonriente – Definitivamente está hecho para usted.

- Gracias - le agradezco amablemente.

- Haber este se coloca por abajo - me enseña el vestido blanco, era un ejemplo de elegancia moderna con un toque de sofisticación.

De corte ceñido, el vestido contaba con un cuello de tortuga corto que añadía un aire de distinción y elegancia. La prenda se ajustaba perfectamente hasta la mitad del muslo, destacando una figura esbelta y elegante. Desde la cintura hacia abajo, el vestido se transformaba en un juego de texturas y transparencias. Una delicada tela transparente, casi etérea, se deslizaba con gracia, adornada con apliques en forma de pequeños pétalos y detalles florales que capturaban la luz de manera sutil. Estos apliques también se extendían desde el escote hasta la cintura, creando un efecto de continuidad y realzando la delicadeza del diseño. El escote, audaz y descotado, dejaba al descubierto la piel con un toque de sensualidad contenida. Los apliques en la zona del escote estaban diseñados para seguir el contorno del cuerpo, acentuando la elegancia del escote y añadiendo un brillo sutil. La tela transparente, al ser ligeramente fluida, se movía con cada paso, añadiendo un aire de suavidad y sofisticación al vestido.

—Es demasiado hermoso —se me ilumina la vista— Deseo este.

—Sabía que le gustaría —me sonríe.

—Me lo llevaré —hablo segura. La chica comienza a ayudarme a quitarme el vestido y me deja sola para que me vista con privacidad. Me acomodo la ropa, coloco los lentes de sol en la cabeza y salgo.

—¿No te probarás ninguno más? —pregunta Lisbeth viéndome salir.

—Lo acabo de hacer —respondo— Los sorprenderé ese día —sonrío.

Sálvame: El cambio que hace el amor verdadero a alguien con corazon de HierroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora