Luego de la conversación, las cosas habían cambiado un poco. Azael se había vuelto un hombre "cariñoso", lo cual me resultaba incómodo al punto de darme tortícolis. Iba por todos lados con una sonrisa, y hasta aparecimos en el periódico tres días seguidos. Lo bueno era que en la primera plana se hablaba de él en términos positivos.
Salgo de la oficina con un fuerte dolor de cabeza; la mañana había sido terrible, llena de documentos y reuniones.
La voz de Azael me detiene nuevamente.
—Hermosa, ¿vas a salir en horario de trabajo? —me pregunta, besando mi mejilla y mirándome con una sonrisa.
—La verdad, iba por un café —respondo distraída, mirando su rostro. Aunque lo negaba, en el fondo lo extrañaba, incluso cuando me molestaba o me contaba sus historias.
—Para eso tenemos a Gabriela —responde.
—Sí, pero quise ir yo —me excuso—. ¿De dónde vienes? No estuviste toda la mañana.
—Arreglando unos asuntos personales, ya te enterarás después —responde, y aunque no estoy conforme con su respuesta, me limito a no preguntar más.
—Bueno, hablamos luego. Estoy ocupada con unos asuntos de tu empresa. Te he enviado algunos correos para tu reporte final; revísalos y dime si estás de acuerdo o no. Además, el informe sobre la tardanza del material para el hotel en México está sobre tu escritorio. Fírmalo para que lo enviemos a contabilidad, hay que documentar la pérdida que tuvimos.
—Me das toda una cátedra. Pensaba que yo era el jefe, pero parece que tú llevas las riendas —dice, metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón.
—Mi trabajo es evaluar el tiempo, el material, los espacios y los costos de construcción, y tú solo das el visto bueno mientras yo acato tus órdenes. Así que, ¿quién es el jefe aquí? —cruzo los brazos, dejándolo sin palabras. Termino la conversación y esquivo su cuerpo, dejándolo atrás, pero su respuesta tardía me deja sorprendida y ruborizada.
—Faltan solo dos días para la boda, futura esposa —lo escucho decir mientras se cierra la puerta de su oficina. Gabriela me mira con una sonrisa coqueta, levantando las cejas repetidamente. Ruedo los ojos con una pequeña sonrisa mientras me dirijo a la pequeña cafetería del piso. Tomo un poco de café en una taza y un platillo, y sigo con los pendientes. Trato de evitar la mirada de Gabriela, ignorándola mientras sonrío de lado.
Entro en mi oficina, dejo la taza sobre el escritorio y busco mi celular. No lo había revisado en toda la mañana debido al ajetreo del día.
Cientos de mensajes comienzan a llegar uno tras otro, dejándome un poco asustada y confundida por la cantidad. Nunca había recibido tantos. Estoy a punto de abrirlos cuando, para mi sorpresa, Gabriela, Natalia y Erika aparecen en la puerta con sonrisas en el rostro.
—¿Qué sucede? —pregunto, confundida.
—Mira, luego contestarás tu propia pregunta —dice Natalia, señalando mi teléfono. Sin esperar más, comienzo a revisar lo que ha causado tanto revuelo.
La foto oficial de la fiesta de compromiso aparece de fondo en el artículo, dejándome boquiabierta. En letras grandes, el titular decía...
"EMPRESARIO MULTIMILLONARIO AZAEL BRITT DA UNA ENTREVISTA OFICIAL PARA NUESTRA REVISTA SOBRE SU PRÓXIMO MATRIMONIO ESTE SÁBADO CON LA LICENCIADA EN ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS JANINE DÁVILA"
Luego de meses de especulaciones sobre varias mujeres, el empresario más codiciado de los últimos años, el señor Azael Britt, dueño de Britt Companies inc, ha dado declaraciones oficiales a través de este medio.
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Sálvame: El cambio que hace el amor verdadero a alguien con corazon de Hierro
RomanceApril Anderson es una joven dulce, humilde y extrovertida que, a lo largo de los años, ha enfrentado experiencias desgarradoras que ninguna mujer debería soportar. A pesar de los desafíos, su espíritu resiliente y su corazón amable la mantienen en p...