CAPITULO 70

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—Janine, ¿deseas ir a descansar o aún no? —me pregunta Azael, con una mirada preocupada.

—Estoy que me duermo —sonrío de lado, mientras Azael recoge mis sandalias. Camino descalza hacia las chicas, que están súper ebrias; la única que parece tener algo de sensatez es Erika, que sigue bailando con Miguel. Afortunadamente, el hotel de la familia Britt está disponible para todos los invitados. Azael se ofrece a enviar a uno de sus hombres para que las chicas lleguen a sus habitaciones de manera segura.

Camino agarrado de la mano de Azael hacia mi querida ahora abuela Aurora, quien no ha dejado de presumir su elegancia y actitud de anciana, como ella misma lo llama. Me mira y, automáticamente, camina hacia mí, abrazándome y dándome ese calor materno que a veces necesito en las noches en vela.

Todos los integrantes de la familia Britt se encuentran en una gran mesa. Raizad comienza a presentarme a algunos familiares que no había conocido durante toda la noche. Todos ellos, con su actitud presumida, me saludan. Trato de no rodar los ojos y establecemos una breve conversación con un par de primas de Azael sobre cómo logré enamorar al "oveja negra" de la familia y playboy. Su tono me resulta algo incómodo, pero trato de responder con calma, sin que me vean molesta.

Después de la presentación con la familia de Raizad, que incluyó a la hermana de siempre y a Penélope, Azael me abraza por la cintura y besa mi coronilla.

—Bueno familia, nos vemos más luego. Estamos agotados —anuncia Azael.

—Primo, quiere decir que nos estás botando a las habitaciones —dice Juan Carlos, con un tono de sorpresa.

—Juan Carlos, pueden seguir bebiendo hasta el día siguiente si lo desean, nosotros no estaremos en casa. Y sobre las bebidas El pago no es problema para mí —responde Azael, con una sonrisa.

—Está bien, cariño, con Mariana me encargaré de la familia —dice Raizad

—Gracias, madre —sonríe Azael. —Sigan festejando mi boda.

Me despido con un gesto cansado hacia la familia de Azael, y él me arrastra hacia el auto. Azael prefiere no regresar a casa debido al bullicio en el jardín, por lo que uno de sus hombres nos lleva al hotel de su familia. Al llegar, entramos al hotel y caminamos en silencio, con algunos chicos siguiéndonos a una distancia respetuosa.

Cuando llegamos al ascensor, las puertas de color plomo ahumado con reflejos de espejo se abren. Subimos en el ascensor, que se mueve lentamente mientras el chico que no había visto antes parece fruncir el ceño al llegar a la planta baja. La atmósfera en el ascensor es tranquila, pero la presencia de los chicos de seguridad añade un aire de vigilancia que no puedo evitar notar.

Azael me sostiene de la mano, y aunque estoy cansada, me siento un poco más tranquila con él a mi lado. Mientras el ascensor sube, me permito relajarme un poco, sabiendo que pronto estaremos en nuestra habitación, lejos del bullicio de la fiesta y de la atención constante.

Siento una mezcla de cansancio y curiosidad por la seguridad adicional, pero estoy demasiado agotada para preguntar. Azael y yo entramos a la habitación asignada, y el chico que parece estar a cargo de la seguridad se queda con nosotros.

Me encamino hacia la habitación, deshaciéndome del hermoso vestido de la marca Britt y quedándome solo en ropa interior. Busco algo en las bolsas que estaban frente a mí, tratando de encontrar algo cómodo para la noche. Decido darme un baño rápido para relajarme después de toda la emoción y el cansancio acumulado. El agua tibia de la ducha ayuda a calmar mis músculos tensos y a borrar las huellas de la fiesta.

Saliendo de la ducha, me envuelvo en una toalla y me dirijo a la habitación. El cuarto está en penumbra, lo que contrasta con el bullicio y las luces de la celebración de hace un momento. Me tumbo en el colchón, sintiendo la suavidad de las sábanas y el confort del lugar. Estoy demasiado agotada para hacer algo más que cerrar los ojos y dejar que el sueño me arrope. Apenas un minuto después de recostarme, caigo en los brazos de Morfeo, completamente exhausta pero satisfecha, sabiendo que la noche ha sido un éxito y que el comienzo de esta nueva etapa de mi vida está lleno de promesas y sorpresas.

Sálvame: El cambio que hace el amor verdadero a alguien con corazon de HierroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora