Verdades Ocultas (Capítulos Cortos)

92-Decisiones Difíciles

POV AIDEN

Una vez más tengo que callarme. Le dije que jamás le volvería a ocultar nada y otra vez me ha tocado hacerlo por su bien.

"Un tiempo atrás"

Unas horas después de volver con Alison, me di cuenta que era un error intentar reconstruir nuestra vida juntos cuando ya no sentía nada. La chispa que sentía se fue apagando y lo único que siento ahora es un cariño muy especial por ella, pero nada más. Doy vueltas en la cama sin poder pegar ojo, pensando en todo y al final me decanto por mandarle un mensaje y quedar con la intención de cortar definitivamente.

A la mañana siguiente veo un mensaje muy cariñoso por su parte y no puedo evitar sentirme mal, pero no puedo dejarme llevar por sus emociones y acabe cediendo de nuevo. Después de darme un ducha y arreglarme, me dirijo a la cafetería donde he quedado con ella, pero cuando estoy apunto de llegar, el coche de mi padre pasa por mi lado y se detiene un poco más adelante. Baja la ventanilla y me exige que suba muy serio.
Conduce por la ciudad en silencio, hasta llegar a una cafetería que suele ser frecuentada por policías, a la cual siempre me ha traído cuando ha tenido que hablar de algo muy delicado o darme alguna mala noticia.
Nos sentamos en la misma mesa de siempre y mientras esperamos lo que hemos pedido, se me queda mirando.

–No puedes dejar a Alison, hijo. —dice de repente, dejándome totalmente confundido— Por ahora no te puedo dar más  explicaciones, pero necesito que sigas con ella.

–Padre, sabes de sobra que no siento nada por ella. —le replico indignado— No me pidas eso, por favor.

–Si no fuese por algo importante no te lo pediría. —me responde desesperado— Necesito que sigas manteniendo el perfil bajo y te mantengas alejado de Britt por ahora.

No puede pedirme eso, él sabe muy bien lo que siento por ella y menos ahora que está tan arisca después de confesarle la manera en la que tuve que acercarme. Niego con la cabeza y me levanto de golpe para salir de la cafetería decepcionado por su egoísmo. ¿Hasta dónde es capaz de llegar con tal de salirse con la suya?

Antes que mi madre se marchara de casa, sabíamos de los problemas que tenía con el  alcohol y el juego, pero al no reconocer sus adiciones nos resultaba imposible buscarle ayuda, así que intentamos por todos los medios ayudarla nosotros, sin embargo en lugar de mejorar empeoró hasta el punto que robaba cualquier cosa de nuestra casa para mantener sus vicios. Una noche, llegó tan borracha que apenas podía pronunciar palabra. Recuerdo como entró con una botella de whisky en la mano y mi padre al intentar quitársela, ella le golpeó tan fuerte que lo dejó inconsciente. A la mañana siguiente, nos encontramos una nota de despedida. Por mucho que la buscamos fue imposible encontrarla. Desde entonces, escuchaba llorar a mi padre desde mi habitación todas las noches y a pesar que yo solo era un niño, me propuse ayudarle en todo y convertirme en alguien en el que él se sintiera orgulloso, para así quitar la tristeza de su corazón. Durante años, me he esforzado y jamás le he llevado la contraria por miedo a que él siguiera los pasos de mi madre y me dejara solo.
Le confesé lo que sentía por Britt y las intenciones que tenía con Alison para que me comprendiera.
En lugar de apoyarme, sigue exigiendo sin importar lo que yo piense.

A pesar de las advertencias de mi padre, ese día corte con ella y pocos días después él desapareció junto con el padre de Britt. Cuando estuvimos juntos en el hotel y la hice mía por primera vez, pude conocer a la verdadera Britt, una chica sensible e insegura y eso me gustó todavía más. Pensé que todo estaba bien entre nosotros, pero me equivoqué, ya que los problemas estaban aún por empezar. Una vez que llegamos al hospital después de sacarlos de la fábrica, me fui a ver a mi padre, mientras ella ella iba a ver el suyo.
Nada más entrar por la puerta, le di un abrazo y lo primero que me dijo es que teníamos que hablar, pero no pudo porque entró Alison y sin pronunciar palabra se tiró en mis brazos llorando y diciendo que ya sabía que tarde o temprano me arrepentiría. Miré a mi padre confundido y le pedí a ella que nos dejara unos minutos a solas.

–¿A qué viene esto padre? —le pregunto con la mandíbula apretada— Fui muy claro cuando te dije que quería estar con Britt no con ella.

–Pues si tanto te importa, haz lo que te digo. —me réplica seriamente— Si dejas a Alison, le pondrás una diana a Britt. ¿Entiendes?

Intento convencerle para que me diga los motivos, pero se niega argumentando que es un asunto clasificado. Cuando ella regresa, pongo la excusa de ir a por café para calmarme un poco y poder pensar tranquilo. Al volver con la idea de dejarle claro a mi padre que no voy a seguir con la farsa, me encuentro con Britt de frente antes de poder hablar, Alison sale y se me echa encima. Sin darme tiempo a reaccionar ella se mete en la habitación a ver a mi padre. Al entrar nosotros, veo un dolor inmenso en sus ojos y es algo normal con todo lo que hemos vivido. Me quedo callado unos minutos y sin mediar palabra salgo corriendo buscándola por todos lados hasta que, al llegar fuera, la veo subida en un taxi. Corro como jamás pensé que podría hacerlo, para pedirle que se quede y explicarle que todo ha sido una encerrona y que yo no quiero estar con ella, pero en lugar de bajarse, sale del parking a toda velocidad. Volví cabizbajo a su habitación a reclamarle por haberme hecho eso. Antes de entrar, le oigo hablar por teléfono y en ese instante, con la oreja casi pegada en la puerta comprendí que no me quedaba más remedio que acceder, si quería mantenerla a ella con vida, aunque por dentro el que estaba muerto era yo.

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