106-Jacke Mate

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Miro en la dirección de donde proviene la voz y no eran ilusiones mías. !Es ella! con una posición chulesca y mirándome con ¿odio? No comprendo el motivo. Es decir entiendo que nunca he sido muy agradable, pero llegar hasta este punto.

–¿Dónde está? —le pregunta Morales a Alison— ¡Ya debería de haber llegado! ¡Sabéis que no me gusta la impuntualidad! —le grita agarrandole la cara con brusquedad.

–Lo siento papá, se le ha complicado, pero ya debe de estar a punto de llegar. —le responde con un hilo de voz.

Le acaba de decir ¿Papá? Si antes no entendía nada, ahora menos. ¿Qué pinta ella en todo esto? ¿Ha usado a Aiden todo este tiempo? Miles de preguntas me rondan por la mente, sin encontrar una respuesta lógica. Y lo que más me llama la atención, es saber que hay alguien más involucrado.
Él asiente y con una sonrisa triunfal se acerca de nuevo a mí, me vuelve agarrar del pelo y me levanta, para tirarme al suelo.

–¡Tenías que ser sólo mía! —me reclama pegándome una patada en la espalda.

Un crujido se oye ante la brusquedad y no puedo evitar que un grito desgarrador salga desde el fondo de mi garganta. Aprovecho que él se aleja unos segundos hacia donde se encuentra Alison, para decirle a los chicos con dificultad que estoy bien y que no intervengan aún.

"Flashback"

Cuando Jack, estaciona el coche cerca de la mansión, abre el maletero y saca un maletin donde hay varios aparatos. Saca una especie de botón y me explica que se trata de un pequeño micrófono, con el que podrán saber todo lo que está pasando a mi alrededor. Agrega que es muy importante, sacarle la mayor información posible para poder usarlo en su contra y que tenga cuidado.

"Fin del Flashback"

Necesito sonsacarle todo y saber quién es la otra persona. Cuchichean entre si, tan bajito que no logro escuchar lo que están hablando.
De repente se abre la puerta y todo mi mundo se viene abajo. Toda máscara que he intentando mantener se cae al suelo. Tan solo hay una pregunta que no deja de carcomerme por dentro. ¿Por qué? Parpadeo un par de veces queriendo que solo fueran imaginaciones mías, pero no, ahí sigue de pie mirándome con una sonrisa burlona, mientras las lágrimas de decepción, de dolor ruedan por mis mejillas sin control.
Me hubiese esperado de cualquier persona e incluso prefería no saberlo y que me mataran de una paliza.

–No, tú no. —digo con la voz rota— Dime que esto no es cierto.

–Si Britt, lo es. —Dice Sara acercándose a mi y agachandose a mi lado— No sabes cuanto llevo esperando este momento.

Me acaricia el pelo y me sonríe de una forma que me descoloca totalmente. Mis palabras se quedan atragantadas en mi garganta, al ver a una persona tan distinta a lo que siempre he visto. No hay rastro de pureza en su mirada, tan solo odio y rencor. Jamás se me pasó por la cabeza que mi propia hermana me traicionara.
Se pone seria de golpe y me da un bofetón girandome la cara. Las risas por parte de Morales o de Alison, no me afectan en absoluto ni siquiera como la animan para que siga golpeandome. Con el labio partido y notando el sabor metálico de la sangre, me pongo de rodillas ante ella.

–No me voy a defender y nadie lo hará. —le digo para que los demás también lo oigan— Golpeame, si tan grande es el odio que sientes hacia a mí y si tanto daño te he hecho, hazlo. —agrego devastada.

Da dos pasos hacia atrás, se agarra de la cabeza y niega efusivamente. La jugada de Morales ha sido maestra, un jacke mate a toda regla y ahora, aquí de rodillas frente a ella, es cuando me he dado cuenta de que no fui la única afectada con todo esto.

–¡Todo esto es tu culpa! —grita desquiciada— Te fuiste, me dejaste y cuando volviste era solo la pobre de "Britt" esto y lo otro, mientras yo sólo  he sido siempre tu sombra.

Pasea arriba abajo, sin dejar de repetir una y otra vez que es culpa mía y que él tiene razón en que merezco un castigo. Morales, aplaude emocionado y se acerca a ella para abrazarla y decirle que está orgulloso. Ella le mira con ¿Admiración? Hay veces que las personas, vemos las cosas desde nuestro punto de vista y quizás con mi hermana me ha pasado eso. No he sabido ver más allá de mis narices, por estar tan centrada en mi propio dolor, sin darme cuenta que tenía su infierno personal. No me explico en qué momento se alió con él, si fue desde el principio, pero me niego a pensar que lo de su embarazo fuese tan solo un teatro.

–¿Desde cuándo Sara? —pregunto con voz apagada— explícame qué te ha pasado.

Al escuchar mi voz, se queda pensativa unos segundos y es como si en ese instante hubiese activado el interruptor que ella estaba esperando. Me empieza por contar que un día la atropello un coche por ir a buscarme. Él la encontró y la atendió en su casa. Mientras me cuenta eso, sonríe como si fuese un bonito recuerdo. Prosigue diciéndome que él siempre la trato como una hija y que le abrió lo ojos con respecto a mí. Se dio cuenta que mientras yo siguiera viva, siempre seria un cero a la izquierda. Hace una pausa y continua echándome en cara que le había robado su mejor amigo y hasta mis padres, aún sabiendo que no lo eran, me preferían a mi antes que a ella.

O sea, que él aprovecho su vulnerabilidad y con ayuda de esa arpía, le metieron todo eso en la cabeza, hasta el punto de creerse todo. Usó el cariño que ella le tenía y la confianza, para joderla emocionalmente.

Dicen que el la vida nunca te acuestas sin saber algo nuevo, en mi caso, no tengo ni puta idea de cómo terminará todo esto, pero no voy a dejar que mi hermana pague las consecuencias y la encierren. Así que antes que continúe explicando, todo lo que ha llegado hacer, digo un lo siento y disimuladamente me quito el microfono para evitar que sigan escuchado, aunque con eso me esté sentenciando a mi misma.

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