Verdades Ocultas (Capítulos Cortos)

67-Desconfianza

Dedicado aAliciaPirezGranados
LauraRodri25
lamenorsitaa
carlusky_16

Me alejo de la ventana y en silencio agarro la bandeja dejándola encima de mis piernas, acto seguido devoro todo como si no hubiese un mañana, bajo su atenta mirada. Necesito reponer fuerzas y pensar muy bien mis siguientes pasos, no puedo permitir que me vuelvan a ver flaquear de esa manera.

–¿Estás mejor? —pregunta Aiden con cautela— Sara no ha parado de llamar, está muy preocupada. —prosigue al no obtener respuesta.

–Estoy de puta madre. —le contesto tajante— dile que no tiene de qué preocuparse. —añado mirándole a los ojos fijamente.
Me levanto de golpe y le entrego la bandeja. Frunce el ceño desconcertado con mi actitud tan fría y sin más, paso por su lado para largarme de aquí y evitar a toda costa estar a solas con él, no por cobardía ni nada por el estilo, es simplemente porque no tengo ganas de hablar.

–Espera que te acompaño. —su voz me detiene antes de llegar a las escaleras— tu coche sigue en el lago.

Giro la cabeza en su dirección y niego despacio para después seguir mi camino, a pesar de eso no se da por vencido y siento sus pasos detrás de mí. Su cabezonería me saca de mis casillas en un tiempo récord. Cualquier persona diría que soy una desagradecida, porque él me recogió del lago y me trajo a su casa y no sólo eso, si no que se preocupó por mí en todo momento, pero como he dicho antes, no voy a flaquear. Intento por todos los medios que me aborrezca y que se olvide de mi. ¿Por qué? Pues porque este niñato tiene la facilidad de hacer que me olvide de todo, incluso de mis propósitos.

–¡Britt! —grita mi nombre al ver que acelero el paso— Para por favor. —me ruega desesperado.

Instantes después, me agarra del brazo con firmeza haciéndome frenar de golpe y quedar frente a frente. Intento soltarme, pero me lo impide intensificando el agarre sin llegar a hacerme daño.

–¡Basta Aiden! —exploto, sacando toda la ira acumulada— Entiende de una vez que no me interesas, no quiero tenerte cerca ni escucharte, así que ¡lárgate ya!

Se queda callado en la misma posición y sin quitarme el ojo de encima. Resoplo cansada de que no me haga ni puto caso.

–¡Mierda! Tú no... —exclamo perdiendo los papeles.

No me deja continuar la frase  porque de repente, me atrae hacia él y me besa sin previo aviso, pero esta vez no es un beso tierno y delicado, es desesperado y lleno de una pasión que me sorprende, le sigo durante unos minutos hasta que mi parte racional aparece repitiéndome una y otra vez que le detenga y por primera vez en mi vida le hago caso, a pesar que mi cuerpo le llama a gritos y mis manos me pican por tocarle me contengo y le empujó con brusquedad. ¿Dónde está el chico dulce y tierno que conocí? Me cuesta creer que una persona pueda cambiar de una manera tan radical de la noche a la mañana.

–¡Esto no puede volver a pasar! —le digo jadeando y con las manos en la cabeza.

Da un paso adelante y pongo una mano enfrente para que no siga acercándose. Menea la cabeza y la agacha pensativo

–Está bien. —dice resignado—respetaré tu decisión de mantener las distancias si eso es lo que quieres, pero no me pidas que me aleje de ti, porque no haré.

Asiento no muy convencida, sé que debería de negarme rotundamente, pero la curiosidad de saber qué está tramando es demasiado grande. Quizás sean imaginaciones mías y esté paranoica con todo lo que últimamente me está pasando, también soy consciente que no merece que dude de él, después de todo lo que ha hecho por mí y mi familia, pero a estas alturas la desconfianza se ha vuelto mi mejor amiga y no me fio ni de mi propia sombra, con la cabeza llena de dudas nos subimos en su coche, durante todo el camino nos mantenemos en silencio. Le observo de reojo y no sonríe ni está con la alegría que contagia hasta la persona más amargada del planeta y eso hace que mis dudas crezcan, si algo tengo claro es que sea lo que sea lo que esconde lo descubriré. ¿Quién eres realmente Aiden?