83-Rescate Parte 2

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En cuestión de minutos, nos da un curso exprés de cómo caminar sigilosamente y cual es la manera de entrar para pasar desapercibidos.
Quizás, en otro momento lo hubiese mandado a la mierda por darme órdenes, pero se trata de la vida de mi padre y no pienso ponerla en peligro por mi puto temperamento, así que me aguanto las ganas y asiento a todo lo que dice sin rechistar.
Nos acercamos quedando enfrente de la fábrica, acto seguido Jack abre la puerta con cuidado, para evitar que haga ruido al ser de metal y además estar oxidada. Según lo acordado vamos entrando despacio y con los ojos bien abiertos por si acaso.
Me desconcierta bastante el silencio que reina aquí y lo único que consigue es ponerme más nerviosa de lo que ya estoy. Se de sobra que Morales siempre va dos pasos por delante de nosotros y sinceramente me asusta la idea de que ya le haya metido dos tiros a mi padre y al de Aiden.

–Esto no me gusta nada, Jack  —le comenta Aiden por el micrófono con tono preocupado.

–A mi tampoco, pero no me voy a ir sin ellos. —le responde Jack con seguridad— Mi intuición me dice que ella está en lo cierto, pero aparte hay algo que no nos ha contado. ¿Verdad? ¿Britt? —prosigue girándose hacia mí.

–No sigas intentando averiguar lo que no te importa. —le digo cortante— Céntrate a lo que hemos venido.

Le doy la espalda y sin previo aviso comienzo a caminar por un largo pasillo escuchando unos pasos detrás de mí. De repente una mano se cierra sobre mi brazo, deteniéndome de golpe.

–¿Dónde crees que vas? —me pregunta Jack con los dientes apretados.

–Quiero averiguar si todo el suelo es del mismo color. —le suelto con sarcasmo.

Menea la cabeza y resopla con fastidio por mi contestación, pero es que cómo se le ocurre preguntarme esa gilipollez, si es evidente que quiero ir a por mi padre y no estar aquí perdiendo el tiempo con sus interrogatorios.

–Será mejor que continuemos. —dice con tono enfadado.

Seguimos avanzando hasta llegar a unas escaleras, vamos descendiendo con cautela debido al mal estado en el que se encuentran.
Al llegar abajo un escalofrío recorre por todo mi cuerpo, al tener a tan solo unos metros esa puerta que ha sido protagonista de mis pesadilla durante todos estos años.
A medida que me acerco siento como me falta el aire y las piernas me empiezan a fallar.
De pronto Aiden se pone frente a mi y se quita el casco e instantes después me quita el mío.

–No tienes porque entrar. —Susurra mirándome preocupado e ignorando las exigencias de Jack para que nos lo volvamos a poner.

–¿Acaso sabes que me pasó aquí? —le pregunto desafiante.

–Pues aparte de que sueles hablar en sueños, estás temblando, así que me hago una idea. —me contesta acariciandome la cara.

Me quedo en silencio unos segundos, mirando por encima de su hombro y no puedo evitar morderme el labio intentando mantenerme firme.

–Quiero terminar con esto de una puta vez. —digo pensando en voz alta, mientras me vuelvo a poner el casco— Tengo que entrar ahí y afrontar lo que venga.

Asiente no muy convencido y se lo pone él también con rapidez, para reunimos con los demás que están esperándonos impacientes. Pongo la mano en el pomo y la abro encontrándome toda la habitación conforme estaba la última vez que me trajo aquí, con la diferencia de que en medio hay un par de personas atadas con un saco en la cabeza.

Ahora mismo lo único que quiero es correr y sacarle esa mierda para asegurarme que son ellos, pero me contengo y tengo que hacer lo mismo con Aiden, por el simple hecho que hay algo aquí que no me cuadra para nada, es demasiado fácil.
Una vez inspeccionada toda la habitación y no encontrar a  nadie, les destapamos la cabeza. Un suspiro de alivio se me escapa al comprobar que siguen vivos.
Cinco minutos después llegan los paramédicos a comprobar sus signos vitales y nos informan de que hay que trasladarlos con urgencia, porque apenas tienen pulso. Le pido a Aiden que llame a mi hermana y le explique todo, ya que ahora necesito tener la cabeza despejada para saber porque los ha dejado vivir. Quisiera estar con él, pero detrás de esto hay algo más y tengo que saberlo lo antes posible. Miro a mi alrededor en busca de algo que me llame la atención, algo que él haya dejado especialmente para mí. Una persona tan cruel y que quiere hacer daño. ¿La cama? Pienso mientras camino hacia ella y la observo detenidamente. Un nudo en el estómago se me va formando al tenerla frente a mi y recordar todos los maltratos recibidos. Sin darme cuenta, pongo la mano en la zona donde tengo las cicatrices cerrando los ojos unos segundos para calmarme.

–¿Estás bien? —me pregunta Jack posicionándose a mi lado— ¿Qué es esto? —agrega sin darme tiempo a responder.

Veo como tira de un cordón negro que sobresale de debajo de la almohada y detrás saca una pequeña grabadora del mismo color.
Se la arrebato de las manos y niego con la cabeza al pedirme que se la entregue alegando que es una prueba. No puedo permitir que la escuche, porque sé perfectamente que lo hay en esa cinta son cosas bastante ofensivas y prefiero que se queden en mi memoria.

–Lo siento Britt. —me suelta Jack de golpe.

Hace un gesto con la mano y varios de sus hombres me inmovilizan en el suelo, él aprovecha ese momento para quitármela y guardársela en el bolsillo a pesar de mis gritos enfurecidos.

Dedicado:
AliciaPirezGranados
Carluuchiii18
LauraRodri25
lamenorsitaa
MoniqueTejeroGil
mariajorro_
candyoftheunivers

Verdades Ocultas (Capítulos Cortos) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora