Verdades Ocultas (Capítulos Cortos)

54-¿Nueva Identidad?

Dedicado a lamenorsitaa
LauraRodri25
carlusky_16

Agarro un algodón y agua oxigenada para empezar a curarle la cara y la frente, al llegar a la zona del labio le doy pequeños toques para quitarle la sangre, hace una mueca acompañado de un pequeño quejido y subo la mirada encontrándome con que me está observando fijamente, quedándonos los dos varios minutos así. Levanta la mano despacio y me acaricia la mejilla con dulzura. Carraspeo nerviosa y se la aparto, al parecer ya se le ha olvidado que nos utilizo y nos oculto quien era él en realidad y si no se lo llegué a contar a Sara es por el hecho que no quiero hacerle más daño.

–Si no vas hablar lárgate. —le digo con frialdad.

Me doy la vuelta y empiezo a recoger los algodones manchados para tirarlos a la basura.

–Perdona señorita gruñona. —responde burlón levantándose de la silla— ¿Sabes lo difícil que es contarte las cosas con un algodón recorriéndote por toda la cara?

–Deja las gilipolleces. —le suelto tajante— No intentes hacerte el gracioso, porque aunque te haya dejado entrar no significa que te haya perdonado. ¿Te queda claro?

Afirma con la cabeza y levanta las palmas en modo de disculpa, se vuelve a sentar con la cara contraída del dolor y suspiro notoriamente al verle de esa manera, no puedo evitar sentirme mal por tratarlo de manera tan dura.

–Dúchate con agua fría, te calmará el dolor. —le digo con suavidad— En el armario tienes  toallas.

Me mira sorprendido por mi cambio de actitud y después de darme las gracias se encierra en el baño. Miro la hora en el móvil y me recuesto en la cama esperando a que salga, pero mis párpados empiezan a pesar y sin darme cuenta me quedo dormida de nuevo.

Cuando me despierto, noto un brazo en mi cintura y al girarme veo a Aiden con la boca entreabierta y las facciones relajadas, una pequeña sonrisa se me escapa al verle tan indefenso, siento tanta ternura que sin poder contenerme le acaricio el pelo con suavidad. De repente empieza a removerse y dejo caer el brazo para que no se de cuenta de mi pequeño impulso.

Mi teléfono suena instantes después y me dirijo al salón, con el auricular en la oreja.
Para mi sorpresa es mi madre informándome de que viene en camino y por lo visto debe de ser muy grave por la voz de preocupación que tiene.

Me abrazo las piernas, quedando apoyadas en mi pecho con el móvil en la mano mirando un punto en la pared y pensando qué cojones habrá pasado ahora.

–No saben quien soy. —Dice Aiden sacándome de mis pensamientos..

Parpadeo un par de veces y se sienta enfrente, me empieza a explicar que él siguió a Morales poco después de irse del club, porque quería saber dónde se estaba quedando y que intenciones tenía, ya que se dio cuenta la manera en que nos miró a las dos. También escuchó como sus hombres, hablaban de como destrozó todo lo que había a su paso cuando supo lo del casamiento de su hijo conmigo.
De todo esto, se fue enterando escondido en unos arbustos cerca de su mansión, mientras sus matones se fumaban un cigarro, el problema vino cuando su móvil empezó a sonar y lo descubrieron, le agarraron entre los dos y le golpearon, una vez en el suelo le cachearon para descubrir de quien se trataba, al saber que sólo era un estudiante le dejaron en el suelo y se fueron.

–Te estás arriesgando demasiado. —dice, al quedarme en silencio— Si querías cabrearle, lo has logrado y mucho.

–¿Tú hablas de arriesgarme? —agrego meneando la cabeza— Mírate en el espejo, pareces un mapache ¿Sabías?

Se empieza a reír con mi comentario y cuando está a punto de contestarme suena el timbre, él frunce el ceño y me sigue, al abrir la puerta me encuentro con mi madre y mi padre, los dos miran a Aiden confundidos, les hago un gesto para que pasen antes de que pregunten y se desvíen de lo que han venido a contarme.
Toman asiento en el sofá, sin embargo yo me quedo de pie delante de ellos cruzada de brazos esperando.

–Os tenéis que marchar tú y Sara. —me informa mi madre con los ojos llorosos— Tu padre os ha conseguido documentación con nuevas identidades y un lugar donde nadie lo sabrá.