4-Dudas

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Pov Sara

Cuando Daniel, nos pidió que los dejáramos solos, Ángel y yo nos fuimos a nuestra habitación.

–Nena tranquilízate, me estás mareando con tanta vuelta —reniega Ángel, levantándose de la cama y acercandose para abrazarme— ya verás cómo mi hermano la convence.

–Ojalá tengas razón —le respondo suspirando mientras me entretengo haciéndole dibujos imaginarios en el hombro— entiendo que estés enfadado con ella por su reacción, pero por favor, no se lo tengas en cuenta.

–No me pidas eso, no puedo soportar que te hable así —réplica separándose y levantándome la barbilla— me importa muy poco que sea tu hermana, si lo vuelve hacer, no dudes que la mandaré a la mierda.

–¡No! — exclamó, alejándome de él bruscamente— ahora que ha vuelto no voy a dejar que se vaya, necesito respuestas.

–Está bien, tu ganas —me da un beso y se va con la toalla en el hombro a ducharse.

Se perfectamente que no está de acuerdo, pero la verdad que ahora mismo estoy feliz de que haya vuelto.
Emocionada, cojo el móvil y busco el nombre de Aiden, es mi mejor amigo, hace varios años que lo conozco.
Estoy tan unida a él que más de una vez Ángel se ha puesto celoso.

–¿Te has peleado con ese troglodita otra vez? —pregunta con voz somnolienta.

–No, con él estoy bien —hago una pausa— ¿Recuerdas que te dije que estaba buscando a mi hermana? —mientras le cuento pongo un mechón de pelo detrás de la oreja

–Sí, ¿Te han dicho dónde está? —responde intrigado.

–Pues, ella está aquí en casa de Ángel, su hermano Daniel, la ha traído esta tarde  —le digo y oigo como el grifo de la ducha se cierra.

–Mañana pásate a desayunar así la conoces, te cuelgo que ya es tarde —agrego mirando hacia la puerta.

–Vale, ya lo capto ¿troglodita a la vista no? —contesta burlon.

Le cuelgo y al momento veo a mi chico salir del baño con el ceño fruncido.

–Seguro que estabas hablando con el tonto ese, ¿No? — pregunta con desagrado, cruzado de brazos.

–Sabes que no me gusta que le llames así —le reto— Mañana vendrá a desayunar, quiero que conozca a mi hermana.

Me tapo con la sabana y apago la lámpara dándole la espalda.
Noto como el colchón se hunde y se tumba a mi lado.
Aunque le cueste, tiene que aceptar que es mi amigo y lo tiene que respetar.

–Está bien, que venga. —suelta de repente— Buenas noches.
Me da un beso en la cabeza y me abraza.

–Buenas noches, Troglodita —le susurro, aguantando las ganas de reír.

Al rato, me despiertan unos gritos desgarradores, me levanto a toda prisa y voy a la habitación de mi hermana, entro sin tocar y la veo sudando y Daniel, intentando despertarla.

–No te acerques a ella Joder! —grita Britt— ¡Basta!

Él sigue, dándole golpecitos en la cara y llamándola, cuando veo las pastillas para dormir que hay encima de la mesita.

Después de varios intentos se despierta alterada, me mira y sus facciones se calman.

–Tranquila Sara, es sólo una pesadilla —dice ella con la voz entrecortada— vete a dormir.

Asiento, me doy media vuelta y me voy, por ahora es mejor callarme, pero pronto sabré que está pasando.
Suena la alarma y la apago sintiendo el cuerpo cansado. Me costó mucho conciliar el sueño después de ver a mi hermana en ese estado.
El brazo de Ángel me impide moverme, lo muevo despacito para no despertarle.
Al levantarme voy a toda prisa a ducharme y a preparar el desayuno.
Antes de llegar a la cocina, me detengo al escuchar como hablan.

–La pelea será en la antigua fábrica. —oigo decir a Daniel, mientras come.

–Vale, pues a las 19 nos vamos, será mejor que tu hermano no sepa nada, no quiero que mi hermana se presente allí —le responde Britt cortante.

El timbre me sobresalta, me escondo en el pasillo y salgo, como si no hubiese estado espiando. Abro la puerta y Aiden me saluda con un abrazo, yo le correspondo efusivamente.

–Buenos días ¿Has dormido bien? Porque yo estuve como una tortilla... —se calla de golpe cuando llegamos a la cocina.

–Ella es mi hermana Britt, y su amigo Daniel  —los presento señalandoles con la mano— Él es Aiden, mi mejor amigo —añado con orgullo.

Daniel, se levanta del taburete y le estrecha la mano, Britt, simplemente lo saluda con la cabeza.

–Siéntate, ahora serviré el desayuno. —comento Incómoda, mientras voy preparándolo todo.

Ellos, empiezan a charlar sobre temas triviales mientras mi hermana simplemente los observa. Les sirvo y me siento frente a ella.

–Buenos días Sara, ¿has dormido bien? —pregunta Britt, con dulzura.

–Sí, gracias —le respondo sonriendo— voy a salir con Aiden, luego regreso.

Sin dejarle acabar de comer, lo llevo arrastras al coche.

Verdades Ocultas (Capítulos Cortos) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora