Verdades Ocultas (Capítulos Cortos)

5-La Fábrica

POV BRITT

Después de la pesadilla, fue imposible dormir de nuevo. Cada vez que cerraba los ojos le veía, no hay un sólo día que no lo tenga presente. Me destrozó la vida, pero tarde o temprano lo lamentará. Así sea lo último que haga.

Me dirijo a la cocina, necesito mi dosis de café, a los pocos minutos aparece Daniel.

–¡Ey! buenos días —saluda Daniel animado.

–¿Qué le ves de buenos? —le contesto, sirviéndome café.

–Vaya, te has levantado de muy buen humor —replica él sarcástico.

–Ya, deja la gilipollez de buena mañana y dame detalles de esta noche —agrego, sentándome en la silla.

–La pelea será en la antigua fábrica —me explica, mientras va comiendo una tostada.

–Vale, pues a las 19 nos vamos, será mejor que tu hermano no sepa nada, no quiero que mi hermana se presente allí —le advierto.

Oigo como tocan el timbre y veo a Sara correr hacia la puerta, la abre y lo primero que hace es abrazar a un chico, Daniel, está con el ceño fruncido mirando la escena. Él entra hablando con ella muy animado, hasta que se queda callado de repente cuando nos ve. Nos presenta y los chicos se estrechan la mano, mientras que yo simplemente asiento con la cabeza. Aiden, nos sonríe sin tomar en cuenta el desaire que le acabo de hacer.

Mi hermana está muy nerviosa preparando el desayuno, nos sirve a todos y se sienta delante de mí. La verdad que me viene de lujo otro café. Ellos dos hablan muy animados, mientras yo me mantengo en silencio, dudo mucho que pueda tener una conversación con su amigo, seguro que son de los típicos niñatos mimados que no se saben ni vestir sin la opinión de su mami.

Para romper un poco el hielo, al verla tan incómoda, le pregunto si ha dormido bien. Por su cara, veo que le sorprende mi pregunta, pero me contesta que "sí" con una sonrisa, hace una pausa pensativa y dice que se va con Aiden, lo coge del brazo y se lo lleva a medio desayuno.

–Tu hermana está muy rara —comenta sorprendido.

–Conociéndola algo está tramando, espero que no sea lo que estoy pensando. —le respondo desconfiada.

Sin decir nada más, me retiro a buscar la ropa para entrenar, una vez lista voy a la cocina y allí me encuentro con Daniel y su hermano.
Cuando llego, los dos dejan de hablar y me miran, le hago un gesto de cabeza a Ángel y él me lo devuelve.

–Vamos, que se nos hace tarde —dice Daniel levantándose.
Se despide de su hermano y me sigue al coche.

Llegamos al gimnasio, hacía varios años que no venía, exactamente desde que mataron a mi hermano mayor. Entramos y la sensación me estremece, aun así empezamos a entrenar, tengo que estar preparada para esta noche.
Cuando terminamos me meto en la ducha, al principio el agua fría me sobresalta, pero a medida que pasa el rato mi cuerpo se relaja y el dolor va desapareciendo.
Salimos del gimnasio y nos paramos a comer en un bar que queda cerca. Al terminar, nos dirigimos a la fábrica, sintiendo como mis nervios aumentan a medida que nos acercamos.

–Ey... tranquila que lo harás genial. —me anima Daniel, al ver como repiqueteo los dedos.

–Eso espero, esta pelea es muy importante. —añado nerviosa.

Aparcamos y entramos por la puerta trasera, él se va a hablar con los organizadores para confirmar mi asistencia y yo me voy a cambiar. Al rato empiezo a escuchar ruido y voces. Entra Daniel avisándome que ya tengo que salir.

Entre gritos y aplausos salgo, mientras el del micrófono hace las presentaciones. Mi contrincante ya está en la tarima, levantando el brazo

Suena la campana y empezamos, ella tiene buena derecha pero le falta rapidez. En el preciso momento que estoy a punto de darle otro puñetazo, escucho de fondo sirenas, todos empiezan a correr despavoridos, mientras yo me dirijo a paso ligero hacia la puerta de atrás, entre empujones y gente histérica. De repente alguien se choca bruscamente contra mi espalda, me giro para decirle unos cuantos insultos del diccionario, cuando le veo.

–¿Aiden? ¿Se puede saber que mierda haces aquí? ¿Y dónde está mi hermana? —le pregunto con los puños apretados.
Sabía de sobra que algo tramaba.