46-Despejarse

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Dedicado a LaChicaAnonima18
y a carlusky_16

Mis ojos se abren como platos al verla parada enfrente de mí.

–¿Qué haces aquí, Sara? —le pregunto confundida.

–He venido a buscarte y no me voy a marchar sin ti —afirma con seguridad— y me da igual como te pongas.

¿Qué bicho le ha picado para hablarme así?
¿No se da cuenta que todo lo que hago es por nosotras? No me puedo creer que haya cambiado de opinión y ahora también quiera detenerme.

–No tengo tiempo para discutir ahora. —le replico empezando a cabrearme— Luego...

–¡No! —estalla interrumpiéndome — Estoy cansada de esperarte y que no vengas, de  tener miedo cada vez que suena el teléfono y me digan que te ha pasado algo.

Con un nudo en la garganta, me acerco y le acaricio la cara para que se tranquilice, pero me la aparta con brusquedad.
En este momento ya no veo esa chica dulce con esa chispa de alegría que la caracteriza, tan solo un rostro demacrado con bolsas moradas debajo de sus ojos de no dormir bien.
Abro la boca para responder, pero vuelve hablar.

–No intentes explicarme nada Britt. —agrega con la mandíbula apretada— Hace poco mataron a mi hijo y estás tan cegada por vengarte, que te olvidaste que yo te necesitaba.

–¡Precisamente por eso hago esto! —argumento al borde de los nervios— ¿No te das cuenta que no va a parar?

–¡Deja que papá se ocupe! ¡No quiero acabar visitándote al cementerio maldita sea! — chilla desesperada— ¿He perdido demasiado no crees?

Un grito desgarrador sale de sus labios, mientras sus mejillas se van empapando. Sin que ella se lo espere la abrazo con fuerza, se resiste e intenta apartarme, pero se lo impido susurrándole en el oído que me quedaré con ella. Poco a poco deja de forcejear y se va relajando.
La melodía de mi móvil suena y mi hermana levanta la cabeza de mi hombro, veo en la pantalla el nombre de Jorge, le respondo y le digo que me disculpe pero hoy no voy a poder ir y que le llamaré en otro momento.

–¿Vamos a mi casa? —musita mi hermana con la voz rota.

–No, creo que te vendrá bien que salgamos un poco, pero espera que me cambie —le digo con una pequeña sonrisa.

–Bueno...  aunque no me apetece mucho salir, tienes razón. —comenta no muy convencida— no te cambies, estás muy guapa —añade con una mueca.

Aunque me joda posponer mis planes, por ahora voy a tener que hacerlo o al menos llevarlo de manera más discreta hasta que esté mejor.
Mientras las observo, las palabras de mi madre me vienen a la mente, cuando le advirtió que yo solo le traería desgracias y por primera vez coincido con ella.
La verdad es que en un concurso a la peor hermana, fijo que me llevaría el premio mayor.
Durante el paseo, busco un tema de conversación para animarla, pero expresarme no es precisamente mi mayor virtud, así que prefiero mantenerme en silencio.
Por el camino, vemos un pub discoteca y decidimos entrar, entre empujones y algunos pisotones llegamos a la barra.
Pido un par de cubatas y al terminar ella pide dos más, después de la tercera ronda y unos cuantos chupitos, siento como el alcohol invade mi sistema y empezamos a bailar como si no hubiese un mañana.

–¡Acompáñame al aseo lagartija! —le grito para que me escuche, arrastrando las palabras.

–¡Te espero aquí! Me gusta está canción —Exclama efusiva.

Después de una eternidad esperando y que varias chicas me contaran sus penas amorosas como si fuera su mejor amiga, por fin logro hacer mis necesidades fisiológicas.
"Nunca pensé que estaría tan feliz por eso"

Al volver a la pista no hay ni rastro de ella, la busco entre la gente y a lo lejos me parece verla hablando en las escaleras, me acerco para asegurarme (ya que desde lejos no veo ni torta con la castaña que llevo)
De pronto, siento como me agarran del brazo y me dan la vuelta, entre el mareo que llevo y los tacones, pierdo el equilibrio y para evitar que bese el suelo, él me sujeta de la cintura quedando muy cerca.

–Ya te tengo preciosa—comenta con una sonrisa— me alegro de verte.

Verdades Ocultas (Capítulos Cortos) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora