91-Localizada

59 16 2
                                    

Le quito el vestido de las manos y entro en la casa cerrándole la puerta en las narices. Al llegar a mi habitación me encuentro con todo desordenado. Cajones y toda mi ropa por el suelo. Angustiada, busco debajo del armario la pequeña cajita que me dejó mi Nana y respiro aliviada al ver que no se la han llevado ni tampoco la han abierto. Me siento en la cama sin darle importancia al desastre que hay a mi alrededor y  abro la cajita con la llave que decidí esconderla en una cadena colgada en mi cuello.

"Flashback"

Estaba sentada en el suelo de mi habitación, con la llave en la mano, sin dejar de mirarla y pensando dónde cojones podría  esconderla, hasta que Laura entró con pasos cautelosos.

–No sabes donde guardarla ¿verdad? —comenta con dulzura.

Niego con la cabeza y sale de la habitación, para entrar con una cadenita en las manos.

–Era de mi madre y quiero que la tengas tú. —me la ofrece con una sonrisa— la mejor manera de guardarla es llevarla siempre contigo. ¿No crees?

"Fin del flashback"

Por mucho que le insistí diciéndole que no podía aceptarla porque era demasiado valioso, ella no se dio por vencida hasta que al final no me quedó más remedio que quedármela.
Un ruido que proveniente de las escaleras, me saca de mis pensamientos. Con rapidez vuelvo a guardarme la llave y dejo la caja en su lugar para averiguar quién ha llegado.
Salgo de la habitación en silencio, sin preguntar si hay alguien ahí. Que es la típica  frase que suelen decir en las películas de terror y siempre pienso que el asesino va a contestar. "Sí, estoy en la cocina, ¿Quieres un sándwich antes de morir?"
Con la respiración agitada bajo los primeros peldaños hasta la mitad.

–¿Qué haces a oscuras? —escucho la voz burlona de Daniel detrás de mí— Si querías que estuviésemos solitos y sin luz, solo tenías que decirmelo princesa.

–¡Joder! Menudo susto me has dado. —le respondo con la mano en el pecho intentando calmarme.

–¿Tú asustada? —me pregunta con tono preocupado— ¿Qué ha pasado?

Le hago un gesto con la mano para que me siga y entro en mi habitación seguida de él. Al encender la luz y verlo todo revuelto Daniel, empieza a soltar maldiciones.
Le explico lo de la puerta y lo del vestido, para prevenirlo, porque me preocupa que se entere de que Laura está viva y vaya a por ella.
Se agarra del pelo nervioso y llama a Ángel para explicarle todo y que no deje que ella vuelva a casa por ahora.

–Me voy a tener que largar de aquí. —le comento negando con la cabeza— estando yo por aquí, tu madre y mi hermano corren peligro.

–¿Y si ya lo sabe? Quizás ya hace tiempo que lo ha averiguado y está jugando con nosotros. —musita frotándose la cara.

El frenazo de un coche nos interrumpe y al mirar por la ventana vemos bajar a Andrew, Sara y a Ángel  corriendo hacia la casa.
Los tres se quedan con la boca abierta, al verlo todo destrozado.
Daniel les pregunta dónde está su madre y su hermano le explica que por ahora se quedará en casa de Kevin y que se ha quedado preocupada por mí.
Mientras ellos siguen hablando, las palabras de Daniel no dejan de hacer eco en mi cabeza. Quizás él tenga razón y ya lo sabe. Si es así entonces no están seguros en este pueblo.
De repente me viene a la mente un lugar donde no correrían peligro y que está bastante escondido.

–Recoged todo lo necesario que os vais ahora mismo. —les suelto de golpe— Sé donde podéis llevarlos y es un sitio que nadie conoce. —prosigo recogiendo la cajita bajo la atenta mirada de los tres.

La abro, saco la llave y la dirección que pone en la carta para entregársela a Sara en la mano.

–Espera. ¿Cómo es eso de que os vais? —me pregunta con el ceño fruncido— ¡Yo sin ti no me voy!

Ya sabía yo que ella no me lo iba a poner fácil ¿Cómo le hago entender las cosas sin decirle que él la va a usar como cebo para hacerme ceder?

–Ella no se puede ir. —intervine Jack desde el marco de la puerta— Si no te vas, él te usará para atraerla, así que se buena chica y haz caso a tu hermana.

Bueno, pues nada, este hombre es más bruto que una esponja de esparto. Yo intentando no explicarle eso para que no se preocupe y viene él y se lo suelta como si nada.

–¿Eso es cierto? —me vuelve a preguntar ella con los ojos llorosos.

–¡Definitivamente eres gilipollas! —bramo con rabia— ¡No podías mantener tu puta boca cerrada!

Me acerco a él y le suelto un puñetazo en la cara, para que aprenda a no meter las narices donde no le importa y más cuando se trata de mi familia.
Se limpia la sangre del labio y me sonríe sin apartar su mirada de la mía.

–Es mejor que dejes la agresividad y saques a todos de aquí. —comenta dándose la vuelta para irse— En cinco minutos tendréis un par de coches en la puerta, no tardéis.

Sé que las intenciones de Jack son buenas y que después de todo lo que ha visto quiera protegernos, pero yo conozco a mi hermana y no quiero que sufra. No me importa si me tengo que ir al mismísimo infierno, si con eso evito que le hagan daño y es algo que ella ignora totalmente y quiero que siga así.

Dedicado a;
AliciaPirezGranados
LauraRodri25
VeroOrtiz044
MariaJorroFaus
EvaRibaltaCaler
Carluuchiii18
candyoftheunivers
AnnabelGaleraGarca

Verdades Ocultas (Capítulos Cortos) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora