45-Cambios

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Dedicado a carlusky_16

Al cabo de unos minutos, me responde Jorge, diciendo que vaya a verle al club a partir de las 22:00 para hablar del tema. Salgo del baño a toda prisa para cambiarme de ropa.

–¿Vas a salir? —me pregunta Aiden, desde el marco de la puerta.

–Si y a partir de ahora, quiero que te mantengas alejado de mí. —le espeto tajante.

–¡Espera! ¿Qué? —dice confundido— ¿A qué viene esto? Después de lo bien que estuvimos...

–¡Olvídate de eso! —le exclamo interrumpiendole— Fue un error, eso es todo.

–¿Un error? —pregunta de nuevo sorprendido— ¿Por qué? No entiendo nada...—añade con el ceño fruncido.

–No hay nada que entender. —le contesto con frialdad— es mejor que te vayas y no vuelvas.

Se queda parado mirándome y abre la boca varias para replicar, pero no dice nada y se marcha negando con la cabeza.

Después de la conversación con mi padre, he comprendido que no puedo juzgarle si yo estoy haciendo lo mismo, en exponer a todos los que me rodean como lo hizo él con nosotros.
No voy a quedarme con los brazos cruzados esperando "Justicia" mientras mi hermana corre peligro y no me importa el precio que tenga que pagar.

Mi teléfono suena, veo el nombre se Daniel en la pantalla y rechazo la llamada de inmediato, después de llamar varias veces, deja de insistir.
Le conozco de sobra, para saber que si se entera de mis planes, hará hasta lo imposible para detenerme y eso no voy a consentirlo.

Con la mochila en el hombro camino por varias calles, hasta que encuentro una tienda de vestidos.
Después de renegar un buen rato y que la dependienta acabe hasta las narices de mi, termino por llevarme uno de tiras, blanco con estampados negros.
Entre zapaterías y peluquerías, las horas van pasando y sin darme cuenta, empieza a anochecer.
Cansada me dirijo a casa con las bolsas, sinceramente no tenía ni idea, de lo agotador que es pasarse todo el puto día comprando, difinitivamente esto no es lo mío.
Llego al portal de casa y al subir las escaleras veo una persona sentada delante de mi puerta, al acercarme veo a Daniel.
Al verme se levanta de golpe.

–Me gusta como te han dejado el pelo —comenta, con las manos en los bolsillos— Estas preciosa —me alaga con una sonrisa.

–¿A qué has venido? —le interrogo directamente.

–Necesito hablar contigo y como no contestas al móvil, pues he venido. —responde levantando los hombros.

–Si no te he contestado, es por algo ¿No crees? —refunfuño resoplando— Ahora estoy ocupada.

Abro la puerta y antes de poder cerrarla, la empuja y entra, se sienta en la silla de brazos cruzados y con la mirada acusadora.

–No me pienso ir, hasta que me digas que estás tramando. —inquiere entrecerrando los ojos— Suéltalo de una vez.

–Deja de meterte en mi vida ¡Joder! —le escupo con rabia— Para mi no eres nadie, así que ¡lárgate de una vez!

–¡Deja de comportarte como una niñata —ruge furioso— ¿Crees que soy tan imbécil para no darme cuenta lo que estás haciendo?

En silencio le doy la espalda y me voy a la habitación ignorando sus gritos llamándome.
No voy a seguir discutiendo con él, porque sería como intentar hacer razónar a una pared.
Me acuesto en la cama, esperando a que le entre una de sus rabietas y se vaya.
A los veinte minutos escucho un portazo y asomo la cabeza para comprobar si se ha ido, digo su nombre varias veces sin obtener respuesta.
Miro la hora aliviada al saber que tengo tiempo de sobra para arreglarme.

Si quiero cabrear a Morales, la mejor manera es que se entere del cambio que estoy a punto de dar para seducir a un hombre y más si se trata de su propio hijo.
Observo el vestido como se ciñe a mi cuerpo, el pelo liso cae en cascada, hasta la cintura y los tacones realzan mis piernas, quedando satisfecha con el resultado.
Decidida salgo de casa, bajo con cuidado de no torcerme un tobillo, cuando estoy a punto de abrir la puerta de la calle, una voz me detiene.

–No sé a donde tenías pensado ir así, pero olvídalo porque no vas a ninguna parte.

Verdades Ocultas (Capítulos Cortos) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora