Verdades Ocultas (Capítulos Cortos)

111-Final

Pido fichas para jugar en la ruleta y dejo un billete encima de la mesa. Él al escuchar mi voz, gira la cabeza para mirarme con el ceño fruncido. La ventaja de llevar lentillas es que no puede ver a través de mi mirada el odio que desprendo cada vez que respira.

-¿Nos conocemos? -me pregunta pegando un trago largo a su copa.

Hago un gesto al camarero y le pido un Martini, acto seguido acerco mis labios a su oreja.

-No señor. -le susurro seductora- Nunca olvido una cara.

Sonríe y al mirarlo de frente, puedo comprobar que ya tiene los ojos inyectados en sangre.
Me levanto y camino hacia la barra para recoger mi bebida. Observo detenidamente todo lo que me rodea, saco una bolsita con unos polvos y lo diluyo dentro de un vaso de whisky que he pedido especialmente para él.
Me acerco con las dos copas y se la dejo despacio a su lado. Al estar tan centrado en la jugada no se da cuenta de que he sido yo quien le ha dejado el vaso. Vuelvo a tomar asiento y veo como bebe, como si se tratara de agua.
Media hora despues ya le está haciendo efecto la droga.

"Flashback"

-Lo más fuerte que hay en el mercado en drogas es esto. -comenta Andrew, extendiéndome una bolsita pequeña- Ten cuidado con la cantidad, porque puede ser letal.

-¿Qué efectos tiene? -le pregunto mirándola con curiosidad.

-Te quedas atontado, como si estuvieras en otro mundo. -me responde pensativo.

"Fin del flashback"

Le pregunto si se encuentra bien y niega con la cabeza, sin dejar de pestañear. Le pregunto
si quiere que le acompañe a fuera para que le de un poco el aire y acepta sin rechistar. Antes de cruzar la puerta, oigo pasos detrás de nosotros y al girarme veo a sus matones siguiendonos.

-Necesitamos un poco de intimidad. -comento guiñándoles un ojo.

Le agarro del brazo con firmeza, para que no noten su inestabilidad y sus hombres asienten con una sonrisa complice. Conduzco mientras él no deja de balbucear cosas que no llegó a entender y al aparcar, le ayudo a bajar del coche.

Subo con dificultad hasta la habitación y lo siento en una silla que ya tenía preparada. Con cuerdas, lo dejo atado y me siento delante con la pistola en la mano, esperando a que se le pase el efecto de la droga.

No se cuanto tiempo pasa cuando por fin empieza a reaccionar e intenta moverse. Al darse cuenta de que está atado me mira enfurecido.

-No se quién eres, pero cuando salga de aquí te mataré. -me amenaza gritando.

Me levanto con el arma en la mano y me paseo delante de él.

-No te resulta familiar este lugar -le digo con tono burlón - Vamos, piensa un poco y por cada fallo que cometas te dispararé.

Se que aún no está del todo lucido, pero tengo prisa por verle la cara y si para eso tiene que morir como un cerdo, pues así será. Se queda callado fulminandome con la mirada. Chasqueo la lengua y le disparo en una pierna escuchando un grito desgarrador por su parte.
Le digo que pruebe otra vez y le apunto a la otra pierna. Se queda pensativo y me mira fijamente.

-Mi pequeña -dice jadeando por el tiro que le dado- Sara sigue siendo tu talón de Aquíles, por mucho que te haya traicionado y no sea tu hermana.

Le pego un puñetazo en la cara al escuchar la manera de llamarme y como ha hablado de ella, sabiendo que el único culpable es él.

-Te odio con toda mi alma. -le escupo con mi cara a centímetros de la suya.

-Desde que te sentaste en la mesa, sabía que eras tú -agrega sonriendo- ¿De verdad creíste que mis hombres no sabían quién eras? -hace una pausa- una vez más te he hecho, Jacke mate. -añade a carcajadas.

Con rabia me alejo de él y comienzo a dispararle hasta que me quedo sin munición. Me dejo caer al suelo con la pistola en la mano. De repente, noto un brazo pasar por detrás de mi espalda y el otro por debajo de las rodillas, para levantarme. Me quedo apoyada en su pecho y cierro los ojos sintiendo el latir de su corazón.
El trayecto a casa lo hacemos en completo silencio. Estaciona y se queda con las manos en el volante.

-Te he seguido toda la noche. -suelta Kevin de golpe- No iba a permitir que corrieras peligro.

-Sabía que me estabas siguiendo. -le respondo saliendo del coche- Te conozco.

Entramos en casa y después de una larga ducha, veo a Kevin hablando por teléfono, me acerco a él despacio y logro escuchar como le dice a alguien que vaya a limpiar todo. Le resto importancia y me voy a mi habitación.
Me acuesto y me quedo profundamente dormida. El sonido de un Mensaje de texto me despierta. .

*Pon la televisión.

Me levanto corriendo y enciendo la televisión. Comienzo hacer zaping hasta que una noticia en particular me llama la atención.

"Joseph Morales, uno de los empresarios más ricos e importantes del país, ha sido encontrado muerto está mañana. La hipótesis que se baraja es ajuste de cuentas, ya que según fuentes cercanas, era uno de los mayores traficantes de droga"

Después de tantos años luchando, por fin puedo respirar tranquila y tener la seguridad que mi pesadilla terminó para siempre.

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