41-Propuesta

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Él me mira confundido por la manera que le he hablado a Aiden, pero es que no me he podido controlar, verle aquí como si nada, después que he hecho lo imposible para que no lo supieran y aún así se han enterado.
No entiendo porque no dejan de meterse en esto, parece que lo de Sara no les ha impactado lo suficiente para entender a lo que se exponen estando cerca de mí.

–¿Acaso él no va contigo?  —pregunta Jorge sorprendido.

–Claro que voy con ella —interviene de nuevo— lo que no le gusta que lleguen tarde. ¿Verdad? —añade mirándome con picardia.

–Exacto, no soporto a la gente que hace lo que le da la gana —le suelto con indirectas .

–En eso coincidimos querida. —comenta con orgullo— Te veo después preciosa, mucha suerte.

No sé ni de donde saco las fuerzas para no patearle aquí mismo. ¿Querida?¿Preciosa? He tenido que aguantarme las arcadas al escuchar esas palabras salir de sus labios.
Recojo el número y entro en el coche con Aiden haciendo lo mismo.
Cada vez que abre la boca, piso el acelerador, haciendo rugir el motor para no escucharle, hasta que deja de intentarlo y se queda callado.
Los otros coches se ponen en la linea de salida y al cabo de unos minutos, aparece la chica con la bandera en alto.
Al bajarla, acelero cambiando de velocidad con rapidez, mientras voy avanzando mi mente se va quedando en blanco, dando paso a la euforia que siento cada vez que estoy delante del volante.
Después de unas cuantas curvas, muchos de los corredores se han quedado atrás.
Siento como me golpean en el lateral y Aiden suelta una maldición, le observo de reojo y me la sensación que al igual que yo, empieza a disfrutar con todo esto.
Vuelvo a centrarme y miro hacia la izquierda, encontrándome con el mismo cabrón que en la última competición me lo puso tan difícil.
Le sonrío con superioridad y le adelanto. De un momento a otro aparece otro y se pone entre los dos, le cierro el paso por un lado y el otro hace lo mismo, haciéndole frenar de golpe. Quedando sólo los dos, le sigo el ritmo sin adelantarlo hasta que llegamos a una curva y le golpeó, haciéndole salir de la carretera. Miro por el retrovisor como intenta alcanzarme, pero llego a la meta antes de que lo logre.

Entre silbidos y felicitaciones llega Jorge y uno se sus hombres me entrega un maletín.

–¡Menuda carrera! —exclama Jorge, aplaudiendo— Me voy a encargar personalmente que llegues a lo más alto.

–Muchas gracias — le respondo satisfecha— Es un honor que me ofrezcas está oportunidad.

–Quiero comentarte algunas cosas a solas, antes que te vayas —agrega seriamente.

Hace un gesto con el dedo para que le acompañe y empezamos a caminar.
Sé detiene cuando ya estamos los suficientemente lejos para que no nos escuchen, al mirar hacia Aiden, veo que no nos quita el ojo de encima, mientras sus hombres le cortan el paso, impidiendo que se acerque.

–Quería proponerte algo. —comenta Jorge, desviando mi atención hacia él— Quizás te  sonará descabellado, pero te conviene.

–Soy toda oídos —le respondo con curiosidad.

Se acerca y me acaricia la cara con suavidad. Le miro confundida sin entender una mierda a que viene este  comportamiento.
Teniéndolo tan cerca, tengo que reconocer lo atractivo que es, si no fuera por el alma podrida que tiene como su padre, me hubiese dado cuenta antes.
Se queda en silencio, sin apartar su mirada de la mía, como si estuviese intentado leer algo en ellos.

–No me gustan los rodeos. —le digo, apartando su mano sutilmente.

Afirma con la cabeza riéndose, captando lo incómoda que me hace sentir que me toque. Se da la vuelta y empieza a pasearse pensativo. Me cruzo de brazos esperando impaciente, sin obtener ninguna respuesta.

–Habla de una vez. —le digo, perdiendo la paciencia— Si necesitas que vuelva a correr para ti, no tengo problema... —añado, evitando que me sienta más incómoda de lo que ya estoy.

–No es eso —me interrumpe dándose la vuelta.

–¿Entonces? —le pregunto intrigada— no sé que tienes en la cabeza, pero si es algo que tiene que ver con vuestro club...

–Cásate conmigo —me suelta de golpe.

Verdades Ocultas (Capítulos Cortos) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora