Huye

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Ethan:

Llevábamos dos días en el hospital y la niña aun no despertaba, Ainora no se despegaba ni un segundo de ella, solamente para hablar con su padre o sus amigas, les hizo creer que está con su madre y cuando a mí me llamaban los chicos decía exactamente la misma historia, por las noches Ainora se dedicaba a leerle cuentos y cantarle canciones de cuna, no había dormido casi nada, sólo cerraba sus ojos unos cuantos minutos y volvía a despertarse.

Porfin había hablado con las niñeras de Alexa y estas habían sido despedidas menos Katia que al parecer era su niñera desde que ella había nacido, la chica venía a traernos comida y mudas de ropa, yo tampoco había salido mucho de la habitación, tan solo para traer café, por las noches nos recostabamos en el sillón, y mientras ella creía que yo estaba dormido la escuchaba llorar, en algunas ocasiones rezaba y le pedía a Dios que no le quitara a su hija, que prometía ser una mejor madre y más presente.

-"Buenos días" - dije al ver que había despertado.

-"Hola" - dijo desanimada.

-"Sabes, te ves más inocente mientras duermes" - le dije.

-"Y tú pareces menos patán" - dijo ella.

-"Eso dolió" - dije fingiendo estar ofendido.

Ella no se levantó de él sillón, al contrario escondió su rostro en mi pecho y cerró los ojos un momento, nunca me imagine que acabariamos así, yo rodie su cintura con mi brazo y la acerque un poco más a mi, recargue mi mejilla en su cabeza y nos quedamos así por un momento.

-"Mami..." - escuchamos una vocecita.

Ainora salto de el sillón y corrió a la cama, donde la pequeña Alexa frotaba sus ojos con sus manitas y llamaba a su mamá mientras hacía pucheros.

-"Aquí está mamá princesa, aquí está mamá" - escuche a Ainora hablarle con toda la ternura de el mundo.

-"Tenía mucho miedo mami" - dijo la niña.

-"Lo sé mi niña, pero ya pasó, ya está mamá contigo" - le dijo.

-"Te extrañe mucho mami" - dijo la niña dándole besos a Ainora.

-"Yo te extrañe más" - esta le abrazo.

-"No quiero quedarme sola de nuevo con Nani" - dijo la niña y sus ojos se llenaron de lágrimas.

-"¿Por qué mi amor?" - preguntó Ainora.

-"Ella me empujó y caundo yo quería salir ella se burló de mi mami" - dijo la niña.

La mirada de Ainora me daba escalofríos, por un lado estaba mirando a la niña con tanta ternura pero desprendía un aura asesina, que me decía que nada bueno iba a salir de esto, en ese justo instante la niñera entró a la habitación, Ainora le hizo una seña a la niña y ella asintió

-"Mi niña estas despierta" - dijo alegre la chica.

-"Nani, tenía miedo porque no estabas aquí conmigo" - dijo la niña.

-"Tranquila Alex, tu Nani ya está aquí" - le dijo y acarició su mejilla.

-"Ahora que mi hija despertó todo estara bien Katia, acompáñame a la casa y llevemos a Alex de vuelta a su hogar" - dijo Ainora.

-"Claro señorita".

Hicieron unos estudios a la niña y la dimos de alta, llegamos a una casa no tan grande ni tan pequeña, Ainora llevo a la niña a su cama para que descansará y yo me quede cerca de la niñera.

-"La niña ya esta durmiendo en su cama".

-"Que bueno señorita"

-"Vayamos a el patio, quiero tomar un poco de aire fresco" - dijo Ainora.

En el patio al lado de la alberca había una mesa redonda con 4 sofás, yo me senté al lado de Ainora y la chica de sentó frente a ella, tenían una platica bastante normal, hasta que la sonrisa de Ainora se volvió aterradora.

-"¿Señorita?" - dijo algo nerviosa la chica.

-"Dime Katia, ¿Hace cuánto que trabajas para mi?" - dijo Ainora.

-"Llevo trabajando con usted desde que la niña Alexa tenía 4 meses de nacida"

-"Desde entonces te e confiado a mi hija"

-"Así es y la e cuidado y llenado de amor".

-"Tanto que serias incapaz de hacerle daño, ¿No es así?"- pregunto

-"Señorita no se a donde quiere llegar con esto" - dijo la chica removiendose incomoda em el sofá.

De pronto un brillo siniestro apareció en los ojos de Agnes, de su bolso sacó un arma y apuntó a la chica que palidecio en seguida, Agnes se puso de pie y camino a su lado lentamente, como un león acechando a su presa.

-"Habla, ¿Pará quién trabajas?"

-"Puedes matarme ahora, pero no te diré nada".

-"Oh puedo matar a tus hijos" - dijo con una sonrisa de poder.

-"No se de que hijos hablas" - dijo intentado mantener su postura.

Yo no sabía de qué hablaba Ainora, estuvimos todo el día juntos y nunca habló de hijos o algo parecido, la creía incapaz de dañar a alguien pero ahora ahí parada hasta yo sentía miedo.

-"¿A no?" - le dijo.

-"No" - sonrió cínica

Ainora tomó su teléfono y envió un audio.

-"Traelos" - fue lo único que dijo.

En eso un hombre entró con un niño en brazos, y otros tres niños, todos con sacos en la cabeza y con las manos atadas, menos el más pequeño, me quedé helado, jamás creí capaz a Ainora de hacer algo así, eran niños, solo eran niños.

-"Ainora" - dije con un tono duro pero pareció no importarle.

-"¡Mami!" - grito el más chico.

-"Dejalos, porfavor, son inocentes, dejalos ir" - dijo la chica con lágrimas en los ojos.

-"Ella también es inocente y no dudaste ni un segundo en dejarla en esa piscina"

-"Porfavor, no tenía otra opción, me amenazaron con hacerles daño"

-"Pues habla, o yo seré la que les haga daño"

-"No puedo" - dijo suplicante.

Ainora apuntó a dónde se encontraban los niños y yo me pare de golpe para quitarle el arma pero un disparo salió de ella, no le dio a ninguno de los niños pero la bala quedó tan cerca de los pies de una de las niñas que yo me quedé impactado.

-"Ainora deten esto, son sólo niños, no te conviertas en alguien igual a ellos"

-"Por mi hija soy capaz de lo que sea Etha" - dijo ella con tanta frialdad que no podía creerlo.

-" Se llama Jacob" - dijo la mujer sin dudarlo ni un segundo más.

En ese momento la mirada de Ainora cambió por completo, una lagrima recorrió sus mejillas y volteo a verme espantada.

-"Ve por ella, ve ahira Ethan" - me dijo aterrada.

Yo no dude ni un segundo en hacer lo que me pidió, temía por la vida de esos niños pero Ainora de veía tan desesperada que hice lo que me pidió.  La dejé en el patio y subí corriendo a donde me había mostrado era la habitación de la niña, ella se encontraba dormida en su cama, tome una manta y la cargue a ella junto con el peluche que tenía abrazado y volví a dónde estaba Ainora.

-"Ya te dije todo lo que se porfavor deja ir a mis hijos" - dijo la chica llorando.

-"Dame a el niño" - le indico Ainora a el hombre y este obedeció.

-"Mi trabajo esta hecho señora, nos vamos" - dijo el hombre.

Se acercó a los otros tres niños y les quito los sacos de la cabeza, y les desató las manos, la mujer parecía confundida, los niños se pusieron de pie y caminaron al lado de el hombre y se fueron.

-"Tus hijos te están esperando en un hotel, les deje dinero suficiente para que se puedan ir de el país, llevate a tus hijos y desaparece" - le dijo Ainora dándole a él pequeño que no paro de llorar hasta estar en brazos de su madre.

EgoístaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora