Mi Pequeña

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Ainora:

La forma en la que me miro, en la que me sonrió y como tomo mi mano, por un momento después de tanto tiempo me hizo sentir protegida, llegamos a el piso que me había indicado la niñera y salimos de el elevador, el no soltó mi mano ni por un segundo, marque el número de la niñera y ella contestó enseguida.

-"Ya estoy aquí, en que recamara está".

-" En la 113 señorita".

-"Voy para allá".

Colgué la llamada, la mirada de Ethan ettaba llena de curiosidad, lo podía ver en sus ojos, pero no preguntó nada, se limitó a tomar mi mano y caminar a mi lado, me acerque a una enfermera y le pregunté por la habitación 113, ella me dijo que camino tomar.

-"¿Podré entrar contigo?" - me pregunto Ethan.

Lo medite mientras caminabamls hacia la habitación, pero no sabía si dejarlo entrar o no, después pensé en todo el tiempo que estaríamos aquí y que en algún momento habría de darse cuenta de quien se trataba, así que al llegar a la habitación, tomé su mano con fuerza y abrí la puerta, el cruzó conmigo, y sobre de la cama de hospital, con una batuta azul y una manta cubriendo su cuerpecito estaba mi hija, mi pequeña Alexa, se veía pálida, sus mejillas no tenían ese color rosacio de siempre.

(Foto de la niña en multiendia)

-"Señorita, le juro que no se como pudo pasar esto" - se levantó Katia en cuanto me vio entrar.

-"No hay excusas Katia, tu único deber junto con las otras tres era cuidar de ella, ahí dime que fue lo que te dijo el médico".

-"Que debido a que paso mucho tiempo en el agua sin respirar no saben si despierte o no".

Esas palabras, solo esas palabras bastaron para que mi mundo se hubiera abajo, me sentí mareada y poco a poco la vista se me nubló.

Etha:

Cuando la chica dijo que no sabían si la niña despertaría Ainora empezó a respirar con mucha dificultad y de prointo se desvaneció, la sujete con fuerza y la lleve a el sillón que había en la habitación, la chica fua a llamar a una enfermera y mientras tanto yo no sabía que hacer, estaba en shok.

Aquella niña debía ser la hija de Jacob, el hombre que había matado a mi esposa e hija, estaba ahí inerte, con sus ojos cerrados y sus largos y castaños cabellos cubrían sus hombros, pero no sentía satisfacción alguna de verle ahí, si no que sentía miedo de que algo le pasara, no podía decirle el mal a una niña tan amada como lo era ella por Ainora, jamás creí ver tan débil a Ainora.

-"Joven permitame revisar a la señorita" - dijo una enfermera.

-"Claro" - dije dejándola recostada y me levante.

-"Solo fue por la impresión, pero va a estar bien" - dijo mientras ponía en su nariz un algodón con alcohol.

En eso Ainora comenzó a despertar, abría poco a poco sus ojos y lo primero que hizo fue llamar con voz débil a la niña.

-"Ale... Alexa" - decía ella.

Ainora :

Abrí mis ojos y a había una enfermera frente a mi, y en una esquina de la habitación mirando a Alexa estaba Ethan, yo me senté y respondí a unas cuantas preguntas que hizo la enfermera, claro sin despegar la vista de Ethan, quien no la despegaba de Alexa.

-"Ella es..."- estaba por decir pero el me interrumpió.

-"Se quien es" - dijo tranquilo

-"No tienes que quedarte" - dije acercándome a la cama de mi pequeña.

-"Pero quiero hacerlo, no temas, jamás la dañaría, es tu hija, no suya" - dijo Etha acercándose a mí.

-"Gracias" - le dije.

-"Señorita..." - escuche a Katia decir.

-"Va a tu casa Katia y reza porque mi hija despierte, si no desearas no haber nacido" - dije con cierto tono de ira.

-"No me haga esto señorita, usted sabe cuanto quiero yo a Alexa" - dijo con los ojos llenos de lágrimas.

-"Ella lo sabe, pero ahora ko te va escuchar, es su hija de quien se trata, solo dale tiempo y espacio" - escuche que decía Ethan.

-"De acuerdo joven" - dijo ella.

Escuche como salía de la habitación, mientras mis ojos se llenaban de lágrimas y veía a mi pequeña, acaricie su mejilla y bese su frente como hacía mi madre cuando lo me sentía enferma, como Alexa amaba que le hiciera cuando ella iba a dormir.

-"Es tan pequeñita Ethan" - dije con un  nudo en la garganta.

-"La veo a ella y solo te veo a ti" - dijo el.

-"No quiero perderla" - dije llorando.

-"Ella estara bien, es tan fuerte como tu, yo lo sé".

-"Dios me está castigando por lo que le hice a su madre, ella la reclama Ethan".

-"No pienses eso" - dijo abrazándome por la espalda.

Me di la vuelta y lo abrace, lo abrace tan fuerte y empecé a sollozar en sus brazos, era cierto que ella era una niña muy fuerte, pero el miedo de perderla me estaba inundado.

EgoístaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora