Capítulo 26

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Narra Mariana

Las horas pasaban y no había novedades. Ya habíamos donado sangre, supuestamente ahora solo restaba esperar. Y eso era lo que más odiaba, esperar. 

En mi mente pasaba una y otra vez, el momento en el que Tiziana recibió el balazo que iba para mi. Ella había dado su vida por mi, sin pensarlo ni un segundo. Yo era la que debería estar en ese lugar, no ella. 

_Todo va a estar bien, toma.-Francisco me ofreció un vaso de café. 

_Gracias.-Tomé el vaso en mis manos.-Pero no, no todo va a estar bien. 

_¿Por qué?

_El destino nos vive jugando malas pasadas, Fran.-Bufé.-Al final, Tiziana terminó pagando los platos que yo rompí. 

_¿De qué hablas? Vos no tenes nada que ver con esto. 

_Si, tengo mucho que ver. El disparo era para mi, no para ella. Ricardo me queria ver morir a mi, y mira como terminó todo. 

_¿Cómo qué el disparo era para vos?-Suspiré. 

_¿Vos no sabes nada de todo lo que pasó?

_No, yo vine para acá con Alelí y Pato porque me dijeron que tu hermana había recibido un disparo, pero nada más que eso.-Comencé a explicarle todo lo que pasó.-Wow, no puedo creerlo. 

_Tiziana no es la persona que vos crees, ella es la más sensible y buena de las dos. Es la que va a dar lo que sea para ver bien a las personas que ama. Pero se oculta detrás de una Tiziana fría y superficial para no salir lastimada. 

_Yo sé como es ella, la conozco hace bastante. Y justamente su sensibilidad y su forma de ser, así, loca buena, fue la que me enamoró.-En el rostro de Francisco se formó una sonrisa. 

_¿Vos estas enamorado de ella?-Pregunté. 

_No sé, creo que si. Me hago el que no, que ya la superé, que mi vida siguió. Pero cada vez que la veo, algo en mi se altera. Y este último tiempo que ella estuvo saliendo con el productor, traté de alejarme y de que se aleje de mi. Pero siempre una cosa llevaba a la otra y terminamos encontrándonos. No sé, es raro todo. 

_Enamorarse no es raro. 

_Ya sé que no, pero también me pasan cosas con vos. 

_Te pasan cosas conmigo porque soy parecida a ella, pero realmente yo no te gusto. 

_No, no es por eso que me gustas. Vos podrás ser muy parecida a ella en lo físico, pero en personalidad son muy distintas. Y eso es lo que me llama la atención en vos, tu forma de ser. Y si, tengo que reconocer que me molesta que te abras con otros y no conmigo. Me molesta que este chico, Sebastián, haya logrado en dos días cosas con vos y yo en meses, nada. 

_Basta Francisco, no estoy para tus histeriqueos. Y con respecto a lo de Sebastián, es cuestión de química, no de tiempo.-Me levanté del piso.-Gracias por el café.-Le di el vaso vacío y me fui. 

Caminé hasta el patio que se encontraba fuera del hospital, y me quedé sentada en unas escaleras. Realmente no me encontraba con ganas ni fuerzas de hablar sobre Francisco, de Sebastián ni mucho menos de amor. Sólo quería que esta tormenta pasara y que mi hermana salga bien de esta batalla que ella no debería haber enfrentado. Pero el destino da muchas vueltas y sólo él sabe porque hace lo que hace.  

Era inevitable en estos momentos, recordar mis primeros momentos en la familia Martelli. Recordar como la conocí, en aquel galpón, cuando Ricardo la secuestró por error, pensando que era yo. También recuerdo como la salvé, aún sin saber que ella era mi hermana. Que loco, ¿No? Ahora era ella la que me había salvado de aquel monstruo. 

Lejos del sol 2: RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora