Lejos del sol 2: Renacer

Capítulo 50: Un doloroso adiós

Narra Tania

Los días pasaron y aún no se sabía nada de mi hermana, en mi casa lo único que abundaba era la desesperación. Y pese a todo lo que estaba pasando, papá nos mandaba al colegio igual, todos insistían que lo mejor era que hagamos vida normal. 

_¿Estas bien? Hace días te noto rara.-Me preguntó Tobías sentándose a mi lado cuando salimos al recreo. 

_No, tengo muchos mambos en mi casa.-Respondí. 

_¿Queres hablar de eso?

_Mejor no, no quiero cargarte con mis cosas. 

_Esta bien, pero si necesitas hablar con alguien, sabes que acá estoy y que para mi no sos una carga. 

_Gracias.-Sonreí.-¿Vos qué onda?

_Todo tranquilo, con mis mambos pero bien. 

Seguimos hablando un poco y luego fuimos al bar de la esquina con Alelí a comer algo, ya que después teníamos educación física. 

_¿Vos qué pensas?-Le pregunté mientras almorzabamos. 

_Creo que algo malo le pudo haber pasado. Ella sería incapaz de irse sin avisar. 

_Además, sabe que nosotros nunca le perdonaríamos todo esto. 

_Exacto. 

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_¿Y?

_Efectivamente, no recuerda nada de lo que vivió últimamente. Tiene amnesia severa. 

_¿Y qué se supone que debamos hacer?

_Ayudarla, que un profesional la vea para que poco a poco vaya recuperando la memoria y para que pueda ir generando nuevos recuerdos.

_¿Ya me la puedo llevar?

_No, ¿Cómo te la vas a llevar? Necesita atención todavía. 

_Decime los medicamentos que deba tomar y listo, no me la compliques que tu paga la vas a tener. Es más, si dejas que me la lleve ahora, te pago el doble de lo que acordamos. 

_Bueno, siendo así, empecemos ya con los trámites del alta.-Rieron y se fueron.

_Un placer hacer negocios con vos.-Le entregó un sobre que contenía dólares. 

_Lo mismo digo.-Rió el médico y guardó el sobre, no sin antes comprobar que este el monto acordado.-Ya te la podes llevar. 

_Gracias. Y acordate, de esto ni una palabra a nadie. -El médico asintió y el hombre se fue.

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*Semanas más tarde*

_Señor acaba de llegar esto para usted.-Le dijo Álvarez a Damián. 

_Gracias.-dijo Damián y abrió el sobre.-No puede ser,  es de Tiziana.-Dijo y cayó sentado en el sofá del living.

_¿Todo bien?

_Llama a todos por favor. Voy a estar en mi despacho y cuando lleguen, me avisas.-Guardó la carta en el sobre y se fue. 

Querida familia: 

De seguro ya se encuentren todos reunidos, escuchando atentamente esta carta que papá les esta leyendo. Sé que ya pasaron varios días y que me estan buscando desesperadamente, es por eso que decidí escribirles para decirles que ya no lo hagan. Ya no me busquen, hagan su vida sin mi, como si yo nunca hubiera existido para ustedes. Este último tiempo vivido con ustedes fue una tortura para mi, ya no soportaba que me ignoren, que me desprecien y que en vez de comprenderme, me juzguen como si fuera que ustedes nunca cometieron errores. Pero también me sirvió para darme cuenta de que ese no es mi lugar, de que to no pertenezco allí. Sé que quizá me odien por hacerlo, y lo entiendo. Pero es mi vida y la voy a vivir como yo quiera. Por favor, si aún me quieren al menos un poco, respeten mi decisión y no me busquen más. Sean felices sin mi, que yo lo seré sin ustedes. Perdón, y gracias.