Capítulo 12

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_Hola amor.-Lo abrazó. 

_¿Qué haces acá tan temprano?-Guido la empujó.

_Discutí con mi papá. ¿Estas con alguien?-Preguntó Tiziana. 

_No, pero me despertaste.-Le respondió de mala manera. 

_Bueno, perdón. 

_Ya estas acá, pasa.-Cerró la puerta detrás de ella.-Mínimo, prepara el desayuno mientras me baño y que sea rico.-Dijo y se fue dejando sola a la castaña. 

_Yo no me voy a bancar su mal humor.-Se dijo a si misma y se fue. 

Al salir del edificio, Tiziana pensó a donde podía ir, ya que a su casa no pensaba volver y decidió visitar a un viejo amigo. 

_Buenos días.-Tiziana saludó al portero del edificio.

_Ya nos vimos, ¿No se acuerda? Que cabeza de enamorada eh.-Rió el hombre.-Suba tranquila, Francisco ya volvió. 

_Gracias.-Sonrió Tiziana sin entender nada y tomó el ascensor hasta el piso que quería ir. 

_¿Qué haces acá?-Francisco palideció al verla. 

_Hola, ¿No?-Dijo irónica Tiziana.-¿Puedo pasar?

_¡HOLA TIZIANA! ¿CÓMO ESTAS?-Gritó el chico de rulos.

_¿Estas bien?

_Eeeh, si. 

_¿Puedo pasar?-El chico de rulos miró para atrás y al ver la zona despejada, le cedió el paso.-Gracias.-Dijo la castaña.

_Me sorprende tu visita. 

_Hace mil no nos vemos y decidí visitarte. Porque si espero de vos, me hago monja. 

_¡Callate!-Le susurró Guido a Mariana.

_No soy una delincuente para que me estén escondiendo.

_¡Baja la voz que te pueden escuchar!

_Que me escuchen, ¿Qué tanto?

_¿Estabas con alguien?-Tiziana señaló las tres tazas que había en la mesa. 

En cuanto Francisco pegó el grito de que Tiziana había llegado, Guido se llevó inmediatamente a Mariana a encerrarse en la habitación del dueño de casa. Las gemelas no se podían cruzar por ningún motivo.  

_Vinieron unos amigos a desayunar, pero ya se fueron. ¿Queres algo?-Francisco hablaba a mil por hora. 

_Un café, por favor. No desayuné nada. 

_¿Por?-Preguntó el chico de rulos mientras preparaba un café. 

_Discutí con mi papá, fui a verlo a Guido, me trató como el culo. Una pésima mañana.

_Con razón viniste para acá. 

_Si, además necesito hablar con alguien. 

_¿Qué pasó?

_Guido, me estoy meando.

_Ay no Mariana, no podes salir del cuarto. 

_¡Me hago pis!-Dijo moviéndose de un lado al otro.

_Bueno, banca que me fijo si podes salir. 

Guido salió del cuarto y se fijó si había alguien. Al ver que la zona estaba despejada, fue por Mariana. 

_Escuchame, anda al baño y quedate ahí. No salgas por ningún motivo.-Mariana asintió y se fue corriendo al baño. 

_Mi papá y mis hermanos dicen que estoy muy superficial últimamente.-Suspiró Tiziana.

_¿Y eso es verdad?

_Obvio no. Pero todo empezó porque trato a los empleados de la casa como son, osea, empleados. No merecen ningún trato especial, son empleados a los cuales se les paga lo que corresponde. 

_Perdón, pero antes de ser empleados son personas. 

_Nadie dijo lo contrario. Pero son empleados y tienen que hacer lo que yo digo, porque soy la dueña de la casa. 

_Vos antes no eras así. 

_Es que Guido me hizo dar cuenta de que a los empleados no hay que darles tratos especiales porque después se aprovechan de eso. 

_No creo que eso sea así, pero bueno.-Dijo el chico de rulos.-¿Y con Guido qué onda?

_Todo bien, soy muy feliz a su lado y me ayuda un montón con mi carrera. 

_¿Y por qué hoy no desayunaste con él?

_Porque le caí de sorpresa, lo desperté y estaba de mal humor. 

_¿Se puso de mal humor por el simple hecho de que hayas caído sin avisar en la casa?

_Si, es molesto que te despierten. Lo entiendo, yo haría lo mismo. 

_Pero sos su novia, Tiziana.

_Ay, no te voy a explicar nada porque vos no sabes lo que es estar en pareja si estas más solo que un perro.-Rió y Francisco sólo bajó la mirada.-Voy al baño. 

Francisco tomó su celular y vio el mensaje que Guido le había mandado, diciendo que por ningún motivo deje que Tiziana vaya al baño porque Mariana estaba ahí. 

_La puta madre.-Dijo y fue corriendo al baño pero ya era tarde. 

_Hola.-La saludó.



Lejos del sol 2: RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora