Capítulo 48

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Narra Tiziana

Los días pasaron y mi vida empeoraba. Todos me juzgaban, hasta mi propia familia. En el colegio no me hablaba con nadie, trataba de concentrarme pero no podía. En casa, prácticamente ya no me dirigían la palabra. 

Lo bueno de todo esto es que el don Omar-el papá de los Sardelli-había salido muy bien de la operación, ya contaba con su marcapaso y prácticamente ya llevaba su vida de siempre. Y por suerte, tampoco nunca se enteraron que yo fui la que habló con mi papá para que mueva sus contactos y consigan el aparato lo mas rápido posible y también cubrí los gastos del hospital. Obviamente que si lo decía, Alelí me hubiera odiado más de lo que ya lo hacía. 

_Martelli, tiene un 4.-Me dijo el profesor de historia al entregarme el examen.-Ponganse las pilas si no quiere venir en diciembre.-Yo sólo asentí.

_Martelli, tiene un 1. Entregó en blanco.-Una hora más tarde, la profesora de matemática me ponía otra nota negativa.-Debería estudiar más y dejar de hacerse la estrellita. 

_Y usted debería dejar de ser tan metida y de hablar de cosas que no sabe.-Respondí.

_¿Cómo dijo?

_Lo que escuchó, ¿O acaso es sorda?

_¡SALGA DEL CURSO MARTELLI!

_No, no voy a salir.-Todos los demás miraban atentos la escena.

_Martelli, le dije que salga afuera, yo no voy a tolerar que me falte el respeto.

_Usted fue la que me faltó el respeto primero, pero claro, como usted es la profesora se cree que me puede insultar a mi y a cualquier otro alumno y si le responden, somos unos irrespetuosos.-El timbre sonó y salí al recreo. 

De todas formas no me salvé, porque la profesora fue a quejarse en dirección y me levantaron un acta de mala conducta. El director me llamó, me habló y luego me mandó de vuelta al aula. Un día espléndido por suerte que terminó rápido. 

Tania se iba a lo de Alelí, mientras que Nacho y Gaby a lo de Nahuel, así que debería volver a casa sola, porque Álvarez seguro estaba con papá en el Estudio o en Tribunales. 

_Maite, espera.-Un chico me gritó. 

_¿Que haces acá? Y deja de llamarme asi.-Le dije a Matias, mi medio hermano. Bueno, el hijo el Daniel. 

_Se supone que así te llamas, ¿No?

_Me llamo Tiziana.-Bufé.-Te pregunté que haces acá, respondeme rápido que me tengo que ir a mi casa. 

_Necesito que hablemos. 

_Yo no tengo nada que hablar con vos ni con Daniel. 

_¿Estas segura?-Asentí.-¿No tenes ninguna duda? ¿No queres explicaciones?

_Si, pero seguro me terminan mintiendo así que prefiero no verlos nunca más.

_Por favor, al menos escucha lo que tenemos para decirte. No te pido que perdones a papá ni que todo vuelva a ser como antes.

_Claramente no va a ser como antes. A ver, ¿Cómo queres que haga como si nada pasó cuándo gracias a él estuve en peligro en varias ocasiones?

_Es que no todo es tan así como vos lo planteas, es por eso que te pido que lo escuches.-Lo miré tratando de pensar que es lo que debía hacer.-Por favor.

_Esta bien, pero si él va a hablar, yo también.-Él asintió y subimos a su auto. 

_¿Cómo te está yendo en el colegio?-Me preguntó mientras manejaba. 

Lejos del sol 2: RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora