Lejos del sol 2: Renacer

Capítulo 24: El plan

Narra Mariana

Ya había pasado un mes y no había señales de mi hermana. Los policías ya nos decían que lo mejor era buscar su cuerpo, que ya había pocas probabilidades de que Tiziana siga viva. Pero yo me negaba a creerlo, yo sabía que ella seguía viva, algo en mi me lo decía. 

_Sh, no grites ni hagas nada.-Me tapó la boca para que no haga nada.

_¿Que haces acá?-Hablé en voz baja.-Decime ya donde esta mi hermana. 

_Justamente por eso vengo. Rodrigo la vendió y hoy la vienen a buscar. Necesito que me ayudes, no hay que dejar que se la lleven. Ya sé que la cagué, y feo. Pero la amo, y no puedo dejar que esto pase. El que la compró es Ricardo, es por eso que vine por vos.

_¿Y cómo sé que no me estas mintiendo?

_Vamos a la comisaría, me voy a entregar. 

Fuimos hasta la comisaría, donde Tomás/Guido hizo su declaración. Yo aproveché ese momento para llamar a mi papá, que en menos de lo que canta un gallo apareció junto con mis dos hermanos mayores, Gaston y Guido. 

_Bien, el joven ya dió su declaración y ahora debemos movilizarnos hasta el lugar.-Dijo el comisario.

_Perfecto, nosotros vamos con ustedes.-Dijo mi papá.

_No señor, no lo considero conveniente. 

_¡ME IMPORTA MUY POCO LO QUE ES CONVENIENTE O NO, SE TRATA DE LA VIDA DE MI HIJA!-Papá estaba muy alterado. 

_Y de mi hija adoptiva.-Agregó Gaston. 

_De nuestra hermana.-Exclamamos con los chicos.

_Y de mi novia.-Dijo por último Guido.

_Ok, ya entendí.-Dijo el comisario harto de nuestra insistencia. El plan es el siguiente: Tomás va como si nada hasta el lugar, va sólo. Después llegamos nosotros con la patrulla y hacemos nuestro trabajo. La idea del plan es que Tomás haga tiempo y no deje que se la lleven a Tiziana antes de que nosotros lleguemos. 

_Bueno, vamos.-Dije. 

_No, lo mejor es que vos te vuelvas a la casa.-Me dijo mi papá.

_No, yo no me pienso ir a casa. Y menos si Ricardo tiene a mi hermana.

_Justamente por eso, hija. No quiero arriesgarte a vos también.

_Es mi hermana y yo voy, porque voy.

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_Quedate acá y no salgas hasta que yo te diga.-Sacó dos armas de la guantera.-Toma.-Me dio una.-¿Sabes usarla?-Asentí.-Bueno, tenela. Pero no la uses hasta que no sea necesario. ¿Ok?

_Si.-Me miró por última vez y bajó del auto.

Los minutos pasaban y no había señales, comenzaba a preocuparme. Así que no me aguanté y bajé del auto. Los demás no habían llegado aún. Tomé el arma, respiré hondo y corrí hasta el costado de aquella casa horrible en la que se encontraba Tiziana.

_¿Qué haces acá? Te dije que no bajes.-Me retó Tomás al verme. 

_¿A dónde vas? ¿Qué pasa?-Pregunté y dos disparos se escucharon.

_¡TIZIANA!-Exclamamos al unísono. 

_Anda por atrás, hay una puerta. Yo voy por adelante, pero no muestres el arma, es peligroso.-Asentí e hice lo que Tomás me indicó.

Me mandé por la puerta que estaba entreabierta y vi como en el fondo de un pasillo, había un living. En ese living, estaba Rodrigo, tirado en un charco de sangre, muerto. Pero lo principal era que Tiziana estaba agarrada por Ricardo y Tomás lo apuntaba de frente.