Capítulo 100

67 7 0
                                    

Tiziana se encerró en su habitación y solo se dispuso a escribir, tratando de calmar su furia y angustia de esa manera, aunque fue imposible. Su mente estaba confundida, por un lado creía que su familia tenia razón y por su forma de vida, se estaba perdiendo varias cosas importantes. Pero por otro, ella no se creía una persona soberbia y sentía que lejos de tratar de entenderla, su familia solo la juzgaba. 

_¿PODES TOCAR ANTES DE ENTRAR? ¡ES MI HABITACIÓN!-Gritó al ver que Facundo entró de una.

_Perdón, estaba buscando el baño.

_Es la puerta de al lado.-Bufó la castaña.

_¿Estas bien?

_¿Te importa?

_¡Que carácter! Y después dicen que los chetos no son soberbios.

_¡QUE NO SOY SOBERBIA!-Facundo la miró.-Perdón, no quise gritarte. No es con vos el tema, es 

_Con vos misma.-Ahora quien lo miraba era Tiziana.-No te conozco mucho.-Cerró la puerta y se sentó en la cama de la chica.-Pero sé que sos una cantante un poco conocida, con una vida complicada y eso puede hacer que te pierdas en el intento de pensar en los otros.

_¿Cómo?

_Si, que tratando de gustarle a la gente con tu arte, te olvidas de vos misma, de tu esencia e intereses. No serías la primera ni la última artista en este mundo en perderse entre tantas exigencias. Mira Amy Winehouse 

_Es un ejemplo extremista.

_Kurt Cobain

_Se duda que sea suicidio

_El potro Rodrigo

_Fue un accidente y por las drogas.

_Como sea, a lo que voy es que hubo varios artistas que terminaron mal. Pero vos estas a tiempo todavía. ¿Qué es lo que deseas para tu futuro?

_Siempre dije que quería dedicarme a la música, pero ahora no lo sé. Tengo mil proyectos, pero todos son lejos de acá y no sé si voy a poder sin mi familia, aunque esta casa esta lejos de ser mi hogar.

_Quizá necesitas eso, formar tu propio hogar. Digo, no hace falta una mansión para ser un hogar. A veces puede ser un mono ambiente, un mini departamento o hasta tu pareja.

_Lo sé, no siempre tuve esta vida millonaria.

_Algo de eso escuché.-Rieron.-Bueno, te hice reír así que ya cumplí mi misión en el día. Pensa lo que te dije y no lo hagas por mi, sino por vos. 

_Gracias, me hizo muy bien hablar con vos.

_Un placer. 

_Perdón si te traté mal, es todo muy nuevo para mi.

_No te preocupes, nosotros no cooperamos mucho.

_No soy quien para juzgarlos, tuvieron una vida complicada y en casos así, uno sobrevive y hace lo que puede. Lo que necesiten, pueden contar  conmigo. No soy tan soberbia como parece.

_Ni nosotros unos delincuentes. Cuídate.-Dijo y se fue.

_¿Qué hacías ahí?-Su hermano lo encontró saliendo de la habitación.

_Me equivoqué de habitación.-Joaquín lo miró.-¿Qué? Es verdad.

_No te creo nada, ojo con lo que haces.

_Basta, suficiente tengo con que todos los de acá nos miren como si fuéramos delincuentes para que ahora vos me trates igual. Somos dos contra todos estos, acordate.

________________

Tiziana se encerró en su habitación a reflexionar lo último que le había pasado, o al menos lo intentaba. Porque para esas alturas, ella ya no sabia que hacer con su vida, ni donde estaba parada. Se sentía incomprendida por sus hermanas, quienes le exigían más de lo que sus actividades le permitían estar. Ella reconocía que se estaba perdiendo cosas importantes, pero todo era para lograr sus propios sueños ¿Acaso estaba mal eso? Tiziana nunca les había reclamado si iban o no a sus shows, pero si era juzgada si no participaba en las actividades de ellas. 

Lejos del sol 2: RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora