Lejos del sol 2: Renacer

Capítulo 57

Narra Maite

Estos dos días habían sido catastróficos para mi. Tenía millones de preguntas que nadie me las podía responder. ¿Quién era entonces Daniel? ¿Por qué yo lo último que recuerdo es que él era mi papá y que vivíamos juntos? ¿Quienes son los dichosos Martelli? ¿Por qué me dejaron venir para acá? ¿Acaso Daniel me había secuestrado? Lo único que me calmaba en estos momentos, era el saber que contaba con todo el apoyo de Nico y que él si me ayudaría a saber la verdad

Tomé un cuaderno y comencé a escribir un montón de frases sueltas que se me venían a la mente. 

_Mai, ¿Cómo estas?-Majo me sacó de esa nube en la que me metí mientras escribia. 

_Como puedo.-Suspiré y guardé en el cajón aquel cuaderno.-Que bueno que las veo a las tres.-Señalé a Nina y Guada que se encontraban en completo.-Quiero que sepan que realmente yo no recuerdo nada, no estoy acá escapando de nada y tampoco soy una asesina serial que les puede llegar a hacer algo. 

_Mai, neta que no hace falta que nos expliques nada.-Dijo Nina.

_No,  si hace falta. Porque ustedes desde un principio fueron unas excelentes personas conmigo y no quiero que crean que yo les mentí o que me aproveché de ustedes.

_Mai, nosotras jamás pensaríamos eso de ti.-Guada había decidido hablar.

_Además, aquí esta más que claro que tu fuiste víctima de una cruel mentira.-Agregó Majo.

_Nosotras te queremos y sólo queremos verte bien y sabes que estamos aquí para ayudarte en todo.-Nina tomó mi mano.

_Gracias chicas, me alivia saber que puedo contar con ustedes.

_¡Échale un apapacho grupal a la porteña!-Exclamó Majo y las tres me abrazaron.

_Permiso.-Tocó la puerta y entró.

_No pos, si ya llegó tu papichurro para apapacharte, ya no nos necesitas a nosotras.-Dijo Majo señalando a Nico y éste rió.

_¡Callate, tarada!-Le tiré un almohadón.

_¿Me dejarían hablar un toque con ella?-Preguntó Nicolás a las tres chicas. 

_No te tardes, no los vayan a regañar.-Dijo Guadalupe.

_Y no vayan a hacer chanchadas aquí.-Agregó Majo  riendo.

_Ya wey, vamonos.-Nina empujó hacia la puerta a las otras dos chicas.

_¡Al fin una persona lógica en esta habitación!-Dijo Nico.

_Lógico serías que dejes de dar vueltas y te le confieses.-Dijo Majo.-Y ojito y me le haces algo, eh. O te dejo estéril.

_Nina, llevate a la loca de María.-Le pidió Nicolas. Yo solo podía reírme.

_¡LOCA, TU ABUELA!-Gritó y se fueron las tres. Nico rió y sólo atinó a negar con la cabeza. 

_¿Cómo estas?-Me preguntó. 

_Con muchas dudas y por más que trato de recordar, no puedo. 

_Bueno, tampoco te presiones. Acordate que tu papá dijo que eso te hace mal.-Le tiré una mirada como diciendo "¿En serio?"-Bueno, si. Ya sé que dijo muchas cosas que al final fueron mentira, pero... nada.-Suspiró.-Yo vengo porque tengo un regalo para vos.

_¿Regalo?-Pregunté confundida.

_Mira.-Sacó de su bolsillo dos boletos.

_¡NO!-Grité de la emoción tomando las entradas entre mis manos para comprobar si era verdad lo que estaba viendo.