Capítulo 66

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Narra Tiziana

Llegar a México me generó una tristeza que jamás antes había sentido, porque sabia que ya era tarde para arrepentirse. 

_Hijo mio.-Carlos abrazó a Nicolás. El señor muy amablemente había ido a buscarnos al aeropuerto.

_Papá.-Nicolás esbozó una sonrisa. 

_Maite querida, que placer verte de nuevo.-El señor me abrazó.

_Hola Carlos.-Intenté sonreír, pero la verdad es que no tenía ánimos para nada.

_Tengo el auto afuera, vamos. Dame tu valija.-Me dijo Carlos. Yo agradecí y salimos del aeropuerto.

Cuando llegamos a su casa, nos tomamos los tres un café. Padre e hijo se ponían al día de lo que habia estado pasando en México y en la empresa que Carlos tenia y que Nico en algún momento sería quien maneje. Yo por mi parte, vagaba en los recuerdos de todas las cosas que pasaron en Buenos Aires. 

_No te veo muy bien, ¿Pasó algo en el viaje?-Me preguntó Carlos.

_Sinceramente no me siento bien, fue un viaje con muchas emociones y me di cuenta que...-Mi voz comenzó a quebrarse.-Tengo una familia hermosa, la cual me estuvo buscando todo este tiempo y Daniel me lo quitó todo.-Comencé a llorar.-Perdón.-Me levanté de la mesa y me fui casi corriendo a mi habitación.

La realidad era que estaba muy angustiada, con miedo de que vuelva a pasar lo mismo y no pueda ser feliz nunca. Pero si de algo estaba segura, era de que Daniel había sido una persona monstruosa, a la cual nunca le importó lastimarme. De hecho no le importaba nadie más que él, y bajo ese punto de vista, yo creía que él era capaz de hacer cualquier cosa. Y si algo no me di cuenta cuando decidí volver a México, era que Carlos y Nicolás corrían peligro estando cerca mio y siendo cómplices de la búsqueda de mi origen. 

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Narra Nicolás

_Dejala, necesita estar sola.-Iba a ir atrás de Maite, pero mi papá me frenó.-¿Pudiste conocer a su familia?

_Si, su papá es Damián Martelli.

_¿El abogado?-Preguntó casi en un grito.

_Si, ¿Por?

_¡No lo puedo creer! Él fue quien me ayudó a divorciarme de tu madre, de hecho me ayudó hasta personalmente. Pero después me vine a vivir a México y le pedí el rastro. 

_Wow.

_No sabia que tenia una hija y menos que fuera Maite. La verdad que la vida da muchas sorpresas.

_Tiene dos hijas. Tiziana tiene una hermana gemela, Tania. 

_¿Me estas hablando en serio?-Asentí.-No puedo creer todo lo que me estas contando. 

_Y Tiziana es una cantante pop muy reconocida en Buenos Aires. 

_Si, eso lo leí en algún que otro portal de noticias de Argentina. Pero contame, ¿Cómo fueron esos días en Argentina?-Le conté todo, detalle por detalle.-¿Osea que el rubio ese fue su novio?

_Si, pero no lo digas tan fuerte que ella no lo puede saber. 

_¿Y eso te generó celos y por eso te fuiste con la otra chica de la fiesta?-Asentí apenado.-Vos sabes que esas cosas no se hacen, ¿No?-Volví a asentir.-Primero que nada, no podes celar a alguien ni aunque fuera tu pareja. ¿Por qué? porque esa persona es libre de estar con quien quiera, vos le podes dar todo el amor del mundo, pero si la otra persona no te quiere o te falla, no podes reclamar nada porque no es de tu pertenencia, ¿Se entiende a lo que voy?

_Si.

_Bueno. Segundo, no podes utilizar a otra persona para lastimar a alguien, porque al final terminas lastimando a las dos. Nico, la verdad que me sorprende que vos hayas hecho todo eso y hasta le reclames que no te da atención cuando sabes muy bien el motivo por el cual fueron a Buenos Aires. 

_Ya sé, estuve mal y lo reconozco. Te prometo que no va a volver a pasar. 

_Me alegra saber que estas consciente de lo que hiciste. Sé que sos un gran pibe y también sé cuanto la amas, pero no quiero que ese amor te nuble la vista y te haga cometer locuras. 

_Lo sé, y por eso es que prefiero alejarme, antes de que me duela. De todas formas, ella se va a ir, rehará su vida y me olvidará.

_O quizá podrías luchar por su amor, pero de una manera sana.

_Yo creo que ya no tengo chances, pa. Y prefiero quedarme con su amistad.

_Esta bien. ¿Pudiste buscar a 

_No.-Respondí antes de que termine de formular la pregunta.-Y sabes que no me gusta hablar de eso.

_Nico, en algún momento vamos a tener que hablarlo.

_Yo no quiero saber nada y cerremos el tema acá. Voy a ver como esta Maite-Me levanté y fui a su cuarto. 

Toqué un par de veces la puerta, pero al ver que no respondía, me preocupé y entré. 

Ella estaba acurrucada en su cama, mirando a la nada y derramando lágrimas. Cuidadosamente me acerqué a ella y me acosté a su lado y comencé a acariciar su cabeza.

_Nunca pensé que iba a extrañar tanto. 

_Son solo un par de días, tranquila. Cuando menos te des cuenta, ya vas a estar con tu familia. 

_Tengo miedo.

_¿De qué?

_Por tu papá y por vos. Tengo miedo de que Daniel les haga algo.

_No te preocupes, eso no va a pasar.

_¿Y si pasa?-Se sentó de golpe en la cama.-Jamás me perdonaría que ustedes paguen por algo que no hicieron.-Terminó la oración entre llantos. 

_Maite, calmate.-La abracé.-No nos va a pasar nada, te lo aseguro. Y tampoco vamos a dejar que te pase algo a vos. 

_No quiero que sufran por mi culpa. 

_Shh, tranquila que nada nos va a pasar. Con mi papá ya estamos preparados para todo. Vos relaja, calmate y dedicate a seguir con tu vida, de lo demás me encargo yo. 

_Gracias por todo.-Se separó de mi y me miró a los ojos.-No sé que hubiera sido de mi sin el apoyo de tu papá y sin tu compañía. 

_Yo creo que con el carácter que tenes, ya hubieras estado presa acusada de asesinato.-Rió.-Así es como te quiero ver siempre, riendo, siendo feliz. Aunque ya me dijiste que sos feliz cuando estas conmigo, así que me siento re groso.

_Tarado.-Me dio un suave golpe en el hombro.

_¿Sabes? Mi viejo me contó que conoce a tu viejo. 

_¿De dónde?

_Fue quien le ayudó a conseguir el divorcio cuando se separó de mi vieja. Dijo que también fueron como una especie de amigos, pero perdieron el contacto cuando él vino a México.

_Mira vos, no sabia eso.

_Yo menos, hasta hace un rato.

_Nunca me contaste que onda vos con tu hija.

_No hay onda, ella vive en Buenos Aires y yo acá. 

_¿Y no la viste en estos días que fuimos?

_No.

_¿Por?

_Cosas, no sé.-Comencé a jugar con mis manos, señal de que estaba nervioso.-No quiero hablar de eso, de verdad. 

_Bueno, esta bien. ¿Te podes quedar conmigo hoy? No quiero estar sola. 

_Esta bien. Pero estoy muerto de sueño así que me voy a acostar.

_Esta bien.-Se paró y destendimos la cama, donde segundos más tarde nos acostamos. 

_Gracias por todo.-Apoyó su cabeza en mi pecho y nos dormimos.


Lejos del sol 2: RenacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora