Capitulo # 1

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La Segunda Guerra Mágica por fin terminó. Los pocos mortifagos vivos fueron sentenciados al beso del dementor... Entre ellos Lucius Malfoy, quién, a pesar que Harry Potter se ofreció a darle su testimonio para aminorarle la condena, poco o nada le importó. Su soberbia y orgullo estaban  primero para él...

Narcisa, por el contrario, se salvó, ya que engañó al señor tenebroso, en un intercambio silencioso... una vida por otra... Draco por Harry.

Y aunque para Harry, fue pagar una deuda vieja con el rubio, que no lo delató delante de Bellatrix en su mansión ni a él ni a sus amigos, sabía de antemano que el verdadero motivo del Joven Malfoy era su amiga y casi hermana Hermione Granger... La futura Sra. Malfoy.

Los juicios y ejecuciones duraron un mes. El último día fue triste y muy doloroso para Los Malfoy. Recibiendo de manos del Ministro Kingsley, la varita y anillo de Lucius, cómo recuerdo del patriarca.

Con ese dolor en sus almas, todos se retiraron a sus hogares... Narcisa y Draco a Malfoy Mannor, Harry y Hermione al 12 de Grimmauld Place y los Weasley a la Madriguera.

Debían descansar ya que al día siguiente, Hermione y Draco emprenderían su viaje a Australia, para buscar a sus padres.

Narcisa, a petición de su hijo, había contratado un investigador privado para dar con el paradero de sus consuegros, dando con ellos en un pueblito costero, llamado Gold Coast.

Hermione para proteger a sus padres, les habría cambiado sus recuerdos, e incluso su apellido. Ahora eran conocidos como Jean y Henry Blaski.

Los Blaski vivían en una pequeña y cómoda casita, que irradiaba un gran calor de hogar. 

Su hija habría borrado los recuerdos de la vida de sus padres en los que ella existía, pero no la propia. Por ende, aún trabajaban como odontólogos, y por su experiencia habían conseguido un lugar en el corazón de los habitantes, de este singular pueblito.

Ese 1ro de Julio, la heroína de guerra y su novio llegaron a Golden Coast cerca de las 6 PM y se hospedaron en un hostal de la zona que estaba cerca del consultorio de sus padres

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Ese 1ro de Julio, la heroína de guerra y su novio llegaron a Golden Coast cerca de las 6 PM y se hospedaron en un hostal de la zona que estaba cerca del consultorio de sus padres.

Hermione, fingiendo un dolor de muelas, se acercó al dependiente del hotel y le preguntó — Disculpe, ¿aquí hay algún consultorio dental? Es que ya no resisto el dolor— se quejó mientras se tocaba la mejilla.

— Por supuesto que sí — respondió el dependiente — camine derecho hasta el final de la calle y se encontrará con los Blaski. Ellos son los mejores.

Hermione se giró para ver a Draco, quién río disimuladamente y tomándola de la mano, la llevo a la dirección indicada.

Draco apretaba su varita, que estaba escondida dentro de la manga de su camisa, para tenerla lista y lanzar rápidamente el hechizo de Retro Memorias y así sus suegros recordaran nuevamente a su amada castaña.

Al llegar fueron recibidos por una chica pecosa y castaña, que hizo el rubio riera, causando un picor de Celos en Hermione.

— No te enojes, mi amor — río Draco mírala... Se parece a ti.

— ¡Estás loco! — respondió Hermione.

— ¡Buenas noches! — saludó la pequeña castaña — ¿En qué puedo ayudarlos? Mi nombre es Sofía y soy la asistente de los doctores Blaski.

— Buenas noches — saludó Hermione — necesito una consulta con los doctores, ya que tengo un leve picor en una muela... Pero debo entrar con mi novio.

Sofía lo meditó un momento, tomó el teléfono para consultar si podría permitir esa petición, y al recibir la respuesta afirmativa de Henry, se acercó a los jóvenes para guiarlos al consultorio.

Draco entró primero, luego Herms. Cerraron la puerta y en un susurro, Draco alcanzó a decir
<<Retro Memorias>>

Ambos adultos parpadearon, y tal como si despertaran de un sueño, se sobaron la cabeza y miraron a ambos lados, encontrándose con los ojos llorosos de su hija.
— Her... ¿Hermione?

Hermione corrió a su encuentro, quedando en medio de sus padres, mientras recibía sus besos y abrazos.

Cómo pudo levantó un poco la cabeza, para guiñarle el ojo a su rubio y decirle silenciosamente "te amo"

Draco salió del cónsultorio para darles espacio y que puedan conversar sobre lo acontecido los últimos meses, y notó que era observado por un ojitos miel saltarines.

— ¿Desea usted té con galletitas? — preguntó Sofía con una risita contagiosa.

Draco la observó por un momento, y rápidamente cayó  en la cuenta que Sofía era bruja.

— ¿Y a ti quién te mando a cuidar a los Granger?

Sofía sonrió y dijo — Severus Snape, su padrino. Él me pidió que los cuidará.

Mientras la pequeña enfermera hablaba, el hechizo de Glamour se desvanecía
—Bueno, creo que mi trabajo aquí terminó.

Acto seguido, la pequeña bruja desapareció...

La Bitácora De Un Embarazo Mágico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora