Capitulo 43

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Durmieron abrazados toda la tarde hasta que Tn despertó.
Tn: Me removi en sus brazos y noté que el aún seguía dormido, sonreí al notar que sus brazos rodeaban mi cintura con fuerza, lo observé dormir un momento hasta que decidí ducharme un rato, camine hacia el baño de la habitación y cerré la puerta, llene la tina con agua caliente y busqué entre las cosas de Christopher un jabón para hacer burbujas.
Una vez todo listo me senté en el medio de la tina mientras disfrutaba de aquel relajante baño, puse un poco de shampoo en mi cabello y lo masajeé hasta que la espuma cayó en mi ojo haciendo que me pique; froté mis ojos con fuerza hasta que sentí que el agua se movía, unas grandes manos tomaron mi cintura y me pegaron hacia él.
- es un delito que estés aquí sin mí -susurró cerca de oído.
Me estremeci al notar caricias en mi vientre y sonreí cuando sus manos tocaron mi cabello y me ayudaron a retirar aquel jabón.
Tn: ahora no me puedo dar un baño yo solita por que estás aquí metido -sonreí y me recoste en su pecho.
Chris: tal vez no deberías darte un baño -susurró sensualmente.
Gemí al sentir como con una esponja llena de jabón acariciaba mi vientre hasta llegar a mis pechos, sus caricias lograban exitarme como nunca nadie lo había hecho y aunque ya no era Virgen esto seguía siendo nuevo para mí.
Sentí su erección chocar con mi espalda y en ese momento supe como acabaría todo esto, no me asustaba al contrario me fascinaba aquella idea.
Me di la vuelta para besar sus apetecibles labios de manera lenta, quería disfrutar al máximo la cercanía que estábamos teniendo.
Chris: me vuelves loco -susurró para luego besarme.
En un movimiento rápido y preciso se introdujo en mí, haciendome gemir en su oído.
Me movía en círculos sobre él causándole pequeños gemidos, pero a los segundos el ya se encontraba embistiendome con fuerza provocando el mayor placer entre nosotros.
Tn: mmm, estamos haciendo un desastre -gemí al notar como el agua de la tina se vaciaba en el piso.
Chris me dedicó una de sus bonitas sonrisas, una que nunca me había tomado el tiempo de apreciar.
Tal vez bastaron dos o tres movimientos más para llegar a nuestro punto máximo, el famoso clímax.

PROTEGERTE ||C.V|| •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora