Capitulo 9

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Protegerte [9]
Tn: no te pedí que me siguieras, conozco este bosque como la palma de mi mano -contuve una risa.
Chris: ¿y como iba a saberlo? -rueda los ojos- no soy adivino.
Parece un niño caprichoso.
Tn: ¿entonces si no eres adivino como sabes que soy mimada? -dije ironicamente.
El me mira a los ojos y remoja sus labios para luego mirar hacia el suelo y suspirar.
Bastante tentador, a decir verdad.
Chris: respecto a eso, lo lamento -rascó su nuca.
Tn: da igual, salgamos de aquí -me levanté del suelo- parece que tendré que arrastrarte -reí.
El me miró molesto, le tendi mis manos y el las tomó con fuerza. El suave roce de su piel junto a la mía me produjo escalofríos.
Tire de él y logré ponerlo de pie, tomé su brazo y lo pase por mis hombros, coloque mi brazo en su cintura y con mucho esfuerzo logramos salir del bosque y llegar al auto.
Chris: se supone que sólo debía buscarte de la Universidad, no quedar inválido en el intento -bromea.
Tn: con hielo la hinchazón bajará -rode los ojos- no seas una princesa.
Chris: me va a quedar horrible mi piecito -hace puchero.
Tn: si sigues hablando va a quedar peor -dije amenazante.
Lo acomode en el auto y cerré la puerta, luego me subí en el asiento de acompañante y al fin regresamos a la casa.
Con un poco más de esfuerzo logramos llegar a la puerta principal.
Tn: sostente de mí en lo que yo intento abrir la puerta -busque la llave en mi chaqueta.
Sus brazos bajaron a mi cintura con fuerza, sus manos estaban sujetas a mi camiseta con tanta fuerza que sentía que me la iba a arrancar.
Coloqué la llave en la puerta algo incómoda por su cercanía.
- que bien hueles -rozó su nariz en mi cuello.
- alejate ahora -dije firme.
- soltó una leve risita- eres ruda...
- que te alejes -repetí.
- ¿y si no quiero? -volvió a rozar su nariz pero esta vez dejó un pequeño beso en mi cuello.
Esa simple acción me descolocó todos mis sentidos pero me mantuve firme, me di la vuelta y lo mire a los ojos.
Tn: o te arrancaré las pelotas -sonreí.
El hizo una mueca de dolor con sólo imaginarlo y quitó sus manos de mi cintura.
Lo senté en el sillón y me dirigí a la cocina, debía lavarme el rostro con agua fría para dejar de pensar en estupideces.

PROTEGERTE ||C.V|| •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora