Christopher:
Era un hermoso lugar que el había descubierto cuando salía a hacer las compras, desde el primer momento que lo vio supo que a ella le gustaría.
Busque la mejor ropa que tenía y me la puse, unos pantalones negros algo ajustados con unos zapatos del mismo color y por último una camisa azul, oscura como la noche.
Una vez completamente listo, se sentó en el amplio sofá color negro a esperar que su amada baje aquella escalera y se una a él, en lo que él esperaba que fuera una de las mejores noches de su vida.
Unos tacones sonaban medianamente alejados de donde el estaba, con cuidado de no maltratar su ropa se levantó y camino hacía la escalera donde estaba ella, con un vestido ajustado color azul que resaltaba el color de su piel.
Algo se removió dentro de él provocando que sonría, una vez que la tuvo frente a él tomó su mano para darle una vuelta y apreciar lo hermosa que era ella, su al fin ...novia.
Salieron de esa casa donde un precioso deportivo negro estaba estacionado, Christopher recibió las llaves que su colega le dio y luego de despedirse, abrió la puerta del acompañante.
Tn: esto es demasiado -lo miró a los ojos antes de entrar- ¿de donde lo conseguiste?
Chris: es un regalo de mi padre -me encogí de hombros- hace dos semanas pedí que me lo enviaran a París y ayer llegó -sonreí- despreocupate hermosa.
Cerré la puerta del acompañante y me subí al copiloto, el auto en sí era una maravilla.
Conduje rápido por las calles de la hermosa ciudad y al llegar lo estacione no muy lejos, tomé la mano de Tn y caminamos hacia el interior del restaurante.
Chris: tengo reservación a nombre de Christopher Vélez -sonreí.
X: si señor Vélez, acompañeme -dijo con cortesía.
La mesa estaba algo alejada de las demás y nos daba una increíble vista a la ciudad, a lo lejos se notaba el brillo de la tan majestuosa Torre Eiffel.
X: disfruten su velada -nos entregó las cartas de aquel fino menú.
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PROTEGERTE ||C.V|| •Terminada•
Hayran Kurgu•[Introducción]• ¿cómo podré protegerte si te niegas a cumplir mis órdenes? ¿cómo cumplir mi trabajo cuando siempre estás ahí para echarlo todo por la borda? Descuida, no es lo que crees... Protegerte, ese es mi único deber.