¿Princesa Encantadora? ¡Ni siquiera La Terminé!

21

Caminaba por el oscuro interior de la Alma, no hay nada más que oscuridad y diversas voces escalofriantes. Luego de caminar un poco la vislumbro y a diferencia nxia de Félix, no tuve ningún impedimento para llegar a ella.

"¿Qué es eso?"

Veo a una mujer detrás de ella. Los ojos azules y el cabello rubio desaparecían.

—¡detente!

Exclamo mientras intento correr lo más rápido que puedo, al ser tan pequeña, mis piernas son muy cortas y la distancia que recorro no es muy larga.

Al llegar puedo observarla mejor, la veo con su apariencia antes de la reencarnación. La escuchaba, como deseaba estar con su familia, la verdadera.

Ella es quien más a a sufrido con esta reencarnación, no debe ser fácil adaptarse a un nuevo mundo desconocido y aceptar a extraños como tu familia cuando tienes una que lamenta tu muerte o se preocupa por ti.

La escucho despedirse, su cuerpo se desploma mientras extraños líquidos caen por sus ojos. Me pongo junto a elle y apoyo su cabeza en mi regazo.

—Aún no es el momento para decir esas cosas.

Me sonríe débilmente. Verla así me dan ganas de llorar.

—Anthy, tu historia empieza ahora, no me necesitas. Puedo volver a mi vida

—¡no digas eso! ¿Crees que te pueden devolver la vida así como así? Estos espíritus no son tan poderosos al parecer, no te van a devolver tu antigua vida. ¡Te estan engañando!

Mi lágrimas fluyen sin parar, se como se siente, querer volver a su antigua vida, el anhelo de quererlo.

—¡ya no podemos volver! ¡No debemos vivir en el pasado! ¡Hay que vivir nuestras vidas de ahora!

Esas palabras van dirigidas tanto para Alma como para mi misma.

—Athanasia...

—volvamos Alma

Estoy a punto de pronunciar las palabras para volver pero una voz me interrumpe.

—¡por fin la encontré!

Un niño de 12 años corría hacia nosotras. Cabello blanco con las puntas color lila hacían un lado simulando unas orejas, ojos rojos y una túnica blanca.

—¿Quién eres? Pregunta Athanasia

—hola soy Nai, el espíritu de la señorita

Se presenta con una sonrisa mientras invoca varios corderos, los pone sobre ella.

—¿Qué haces?—pregunto

—intento ralentizar el proceso de expulsión

—¿expulsión?

—están rompiendo mi contrato con la señorita

—entonces volveré enseguida para acabar con todo esto

—gracias

Sonriendole a aquel adorable ser pronuncio las palabras y despierto en la habitación nuevamente.

—bien hecho

Lucas me dice esas palabras sin mirarme. Él introduce su mano en el pecho de la Alma y pronuncia un encantamiento que ilumina su cuerpo.

—¡Gracias Athanasia!—Charlotte me abraza con fuerza

Cuándo saca su mano, veo como Alma abre sus ojos de tope y empieza a toser mientras su respiración se estabiliza.