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La princesa heredera yace recostada en su cama mientras se retuerce de dolor.

-no te preocupes por tus clases, se lo doloroso que puede llegar a ser en algunas ocasiones la menstruación.

Charlotte, la madre la joven le deja una bebidas aromáticas para después besar la frente de su hija y salir. Había estado una hora junto a ella.

-esto es jodidamente doloroso

No podía dejar de maldecir por culpa del dolor qué le provocaban sus días, solo quería quedarse acostada todo el día.

-su alteza...llegó la visita que esperaba-Michael

No entendía a quien se refería en ese momento,estaba demasiado ocupado pensando en como no hacer nada.

-dile que no quiero ver a nadie. Dale una disculpa de mi parte

-creo que no se va a poder

La puerta que lleva a la habitación a la joven se abre de manera brusca dejando ver a la amiga de la rubia.

-te deje esperando en la sala de al lado no para que irrumpieras la habitación de la princesa. Además, muestra respeto ante su alteza-se queja Michael intentando sacar a su hermana de la habitación

-¡sueltame idiota!

Alma al ver la escena sonríe y Amelia se zafa de su hermano

-¿Te llegó la visita de cada de mes?-Alma asiente

-desearia tener pene en este momento-admite

-yo también quisiera saber cómo se sentiría tener uno, orinar de pie sería interesante

Michael pellizca a su hermana mientras esta lo devuelve con un puñetazo que no parece afectar al joven.

-comportate-le susurra

-estamos en confianza. Ahora fuera Michael, vamos a tener una charla femenina.

Lo empuja pero este a la fuerza lo evita.

-mas te vale no enseñarle cosas extrañas a la princesa

-me ofendes-se queja para que por fin este se deje sacar de la habitación.

Amelia cierra la puerta de la habitación y se sienta en una silla al lado de la cama.

-hola de nuevo, Alma

Ambas se miran con tristeza para después llorar, habían retenido por tanto tiempo el dolor por la muerte de su amiga.

-recupere esto, le pertenecía-enseña un anillo de cobre a la princesa

Ambas limpian sus lágrimas para después mirarse seriamente. Alma se sienta con dificultad, necesitaba hablar con ella.

-¿Qué hay de la invitación?

-dos invitaciones a la subasta-Amelia saca del pecho de su vestido dos cartas cuyo sobre es color azul

-faltan pocos días, ¿Cómo iremos vestidas para pasar desapercibidas?

-sobre eso...

La rubia empieza a contarle lo sucedido desde que llegó, el cómo había Sido castigada por su padre evitándole salir del palacio.

-¿Cómo dijiste?-la peliplata está perpleja-esto es un problema-responde volviendo en sí-conseguiste un espíritu que nos podía transportar dado tu caso actual, pero ahora no tenemos nada

-no necesariamente, Podemos usar a Lucas

La rubia contesta aunque no sabía si el pelinegro estaría completamente de acuerdo.

¿Princesa Encantadora? ¡Ni siquiera La Terminé!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora