Reencarnar en tu historia favorita es un privilegio en cierto punto si conoces el futuro, por lo cual tendrás cosas a tu favor. Estando en un mundo de fantasía, tienes que hacer lo necesario para sobrevivir en una historia que apenas y leíste.
¿La p...
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—¿ Adonde la enviaste?
Lucas aparece ante su hermana tiempo después de que partió Athanasia.
—Eso no te incumbe, ella está bien bajo mi protección. Déjala, es algo que necesita hacer por si sola, sin la intromisión de cierto mago.
No estaba del todo convencido, solo confiar y tener preparada la otra alternativa en caso de emergencia.
Mientras tanto, la princesa Alma observa fijamente a Aeternitas en el cuerpo de Anastacius.
—¿De que está hablando?
Alma finge ignorancia ante las palabras del hombre pero su expresión corporal decía lo contrario.
—Fingir ignorancia no te llevará a ningún lado. Una persona buscó mi ayuda, me contó el hecho del porque en ciertas circunstancias me sentía confundido. ¿Porqué usar este cuerpo cuando tenía otro con el cuál podía seguir pasando desapercibido y sin sospecha en la torre del mago? Esa persona me dió todas las respuestas.
Un ataque de magia va directo hacia Alma quien se queda inmóvil con el rostro inexpresivo mientras Félix la cubre, pero para sorpresa de todos, incluído el propio Aeternitas, el ataque es desviado.
"Lo supuse"
Algo que Alma había aprendido, era el hecho de que la deidad protege la vida de aquellos que están destinados a vivir, por lo que no podía tocarla si Félix la protegía, por supuesto, sabía que no iba a durar mucho.
—¿Qué sucedió?
El rubio estaba desconcertado, no sabía el porque del fallo de sus ataques.
—¿No lo entiendes? Estás siendo usado y cuando todo esto acabe, serás desechado.
Las palabras de Alma solo lo hacen reír.
—¡Alma!
Claude aparece en escena junto a Amelia, pero antes de acercarse a su hija, observa a quien parece ser su hermano.
—Acabemos con esto de una vez—Lucas aparece preparado para terminar con Anastacius, no tenía tiempo para perder con él.
—Tengo una rehén, ¿Lo olvidan?
—Puedes matarla, en la vida de requieren sacrificios.
Ante las duras palabras de Lucas, Jennette tiembla con temor.
—¡Lucas!—Alma exclama su nombre a modo de regaño a lo que este simplemente se encoje de hombros.
—No solo la tengo a ella.
En la sala aparece Kiel quien está completamente atado, parece confundido por la situación. Cómo no iba a estarlo, la reestructuración del mundo lo había cambiado.
