Reencarnar en tu historia favorita es un privilegio en cierto punto si conoces el futuro, por lo cual tendrás cosas a tu favor. Estando en un mundo de fantasía, tienes que hacer lo necesario para sobrevivir en una historia que apenas y leíste.
¿La p...
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—¿Debería llamar a un doctor?—Niego ante la pregunta de Félix—pero su corazón parecía dolerle demasiado.
Volví a mi habitación con la excusa de sentirme algo mareada. Fui comprendida, por lo que no hubieron problemas.
—eso fue porque a palabras de la deidad, rompí otra regla.
Acaricio su cabeza para que se calme.
—¿Qué tan mal hizo la princesa para que esa cosa la odie?
—existir y que ustedes fueran cariñosos conmigo.
—¿La hace sufrir tanto por eso? ¡Ella no puede controlar el como nos sentimos! Siempre quiso deshacerse de usted, incluso hace poco le mostró cosas horribles como advertencia.
Tomo su rostro y le obligo a mirarme con calma.
—no te preocupes ya por eso, Nai, Vincent y Grover hicieron lo posible para sacarla de mi mente. Todo está bien ahora, además, ya no puede manipularme como lo hacía antes, porque las personas cambian.
—Se que ha cambiado...pero me preocupa el daño que pueda hacerle—al verlo triste me daban ganas de consentirlo.
La verdad es que este hecho no me preocupa mucho, debido a que la deidad generalmente usaba mis debilidades, recordándome tantas cosas, pero he cambiado y eso no me hace daño ya. Los cadáveres son imágenes, son solo eso, y aunque dieron aterradoras, se que no son verdad.
—te preocupas demasiado. Por cierto, llámame Alma cuando estemos solos, me gustaría escucharte decir mi nombre sin honoríficos.
—eso...
Me inclino hacia él para besarlo pero el sonido estrepitoso de la puerta siendo abierta nos interrumpe.
—¡Así te quería agarrar puerca!
Amelia nos miraba con un rostro pícaro pero después su rostro cambia a uno lleno de seriedad.
—¿Qué pasó? Y no me refiero a su relación, ya que eso es más claro que el agua.
Decido contarle lo sucedido, con cada palabra que soltaba, se veía neutral hasta el momento en que terminé.
—Alma, es cierto que quería derrumbarte de nuevo, y aunque no pudiese hacerlo, debes estar alerta, no sabes lo que podría ocurrir.
—lo sé.
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