Reencarnar en tu historia favorita es un privilegio en cierto punto si conoces el futuro, por lo cual tendrás cosas a tu favor. Estando en un mundo de fantasía, tienes que hacer lo necesario para sobrevivir en una historia que apenas y leíste.
¿La p...
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Duermo junto a Momo, el cordero de peluche que mi madre me regalo cuando cumplí 3 años.
Mi madre me sacude levemente, me despierto con cansancio y le observo, tiene una pequeña bolsa y ropa preparada para mi en mano. Le miro gracias a la poca luz del pronto amanecer, tiene moretones y el labio inferior partido.
—¿Qué sucedió mamá?
—me golpearon cuando enfrente al señor Sullivan, me veo terrible ¿no?—cree que al ser una niña, su sonrisa me va a tranquilizar, pero no es así, se equivoca.
Me visto y mojo un poco mi cara para despertar y poder ver mejor mi alrededor hay algo en el suelo. Me bajo de la cama y siento un líquido.
—trata de no empapar tus zapatos cuando te los pongas—nuevamente pone una sonrisa en su rostro, pero dolor en su mirada.
—¿mami?—me obliga a tomar a Momo y salir de la habitación.
En su mano tiene una vela, la cera caliente cae en sus dedos pero no se inmuta en lo más mínimo.
—recuerda el camino—lanza la vela al suelo y se crea un pequeño camino de fuego, el cual empieza a crecer.
—¡mamá, no!—le ruego intentando entrar de nuevo.
El camino de fuego empieza a llenar los pasillos, había vertido aceite por la mayoría del lugar.
—¡¿Porqué?!—las lágrimas salen sin control de mi rostro.
—nos venderán como esclavas, tienes la oportunidad de escapar mi querida Alma. Este mundo es demasiado cruel, pero aún así es completamente hermoso, hay muchos lugares a los que poder ir...todos menos aquí—dice con una expresión llena de tristeza pero con una sonrisa en sus labios—.¿sabes algo? Soy una prostituta. Dos hombres poderosos, quienes pagan sumas inalcanzables por tener sexo conmigo, aún así, aunque sean sólo dos, me siento repulsiva.
Abro mi boca, las palabras no salen, solo el sonido del llanto.
—¡¿acaso no soy lo suficientemente buena?! ¡¿Soy tan insignificante como para no ser tu esperanza de vida?—logro decir por fin.
Puedo ver su rostro lleno de lágrimas a través del muro de llamas.
—¡podemos sobrevivir juntas! ¡Escapar de ese cruel destino!
Estira su mano con algo de duda, la llama parece no quemarle por su expresión. Le jalo la mano y empezamos a correr mientras ella llora desconsolada pidiendo perdón. Ella crea débiles escudos para evitar que caigan escombros, la respiración se hace más difícil, pero no importa, saldremos vivas juntas de aquí.
Empezamos a toser, el fuego está más grande y peligroso, pero no importa, estamos a escasos metros de salir.
Por fin salimos, el aire limpio entra por mis fosas nasales, es refrescante. Seguimos corriendo para alejarnos del edificio. Las personas corren Despavoridas, hay guardias y pueblerinos intentando apagar el fuego.
