¿Princesa Encantadora? ¡Ni siquiera La Terminé!

6

Por Dios, ya quiero un descanso, desde que llegó la nueva princesa, el trabajo ha aumentado, a pesar de que ha llegado hace poco, por lo menos se que durará por tiempo limitado todo esta carga de trabajo.

—entrega esto al equipo financiero—vestidos, zapatos, accesorios, su majestad me puso a cargo para comprar esas cosas con el presupuesto dado

—Félix—me giro ante mi llamado, Andrew, mi amigo desde que era un caballero novato

—buenas tardes, ¿qué haces aquí?

—vine a traer un informe, por cierto, una mujer del palacio Granate te busca, viene en el nombre de la su alteza, la princesa heredera

—¿la princesa?

Es raro, ¿Porqué me buscaría? No digo que sea malo, pero no lo veo necesario, ¿querrá intentar reunirse con el Emperador con mi ayuda? No creo, lo ha insultado a "escondidas", aún así es gracioso este tipo de situación.

Andrew me mira con una ceja elevada así que me detengo.

—veo que te agrada—me dice

—bueno, es agradable y peculiar. Deberías conocerla

—entiendo, ahora ve, hablaremos más tarde—me despido y camino hasta la salida

Me encuentro con aquella mujer de unos 30 años, cabello negro, piel morena y ojos magenta, Rania es su nombre y es ahora la Nana de la princesa.

—¿Lady Rania? Buenas tardes—saludo

—buenas tardes Sir Loebein—realiza una pequeña reverencia

—no es necesario las formalidades, puede decirme Félix—aclaro

—no podría decir tan a la ligera su nombre, es usted un caballero muy renombrado y cercano a su majestad—a veces es inútil que a las personas que quiero que me traten de manera informal lo hagan, es realmente incómodo

—entonces dime Sir Félix

—¿Sir Félix? Si es así, supongo que podría hacerlo

—entonces...escuche que fuiste enviada por la princesa.

—si—me entrega una caja sellada—la señorita Alma envía esto como muestra de su afecto, también hay otro para su majestad

—¿de verdad? Muchas gracias—Jamás espere algo así

Recibo ambos paquetes para sonreírle

—iré a llevarle esto a su majestad, discúlpeme

Me alejo de Rania después de despedirme, camino hasta el palacio Esmeralda, me pregunto como se pondrá el Emperador al ver esto.

—Saludo a su majestad, el Sol de Obelia—me presento ante él.

Como siempre, está sentado en su escritorio con su típica mirada sería, me pongo a su lado buscando el momento para hablar.

—su majestad...—con un pequeño sonido me pide continuar—su alteza, la princesa heredera ha enviado algo para usted

—¿Qué se supone que es?—me habla

—comida—pongo el recipiente en su escritorio. Supe que era comida después de mirarla de reojo.

Lo observa en total silencio y desvía su mirada a mi recipiente.

—al parecer también te dio uno—menciona

—la princesa lo mando como prueba de afecto—una de sus cejas se eleva—pero no lo malinterprete, el mio es de agradecimiento, mientras el suyo refleja los sentimientos de la princesa por usted.