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Un dia habia pasado desde que desperté, Amelia vino casi de inmediato cuando supo la noticia, ademas de que Lucas y Norman me  saludaron al despertar, siendo al parecer el único emocionado Norman.

Mis espíritus que no habían tenido contacto conmigo por falta de maná debido a que la deidad lo había drenado por completo, por tanto, se alegraron de verme al igual que yo a ellos una vez pude recuperar mi poder con ayuda de Lucas, evidenciado en el color de mis ojos.

Mi cuerpo esta algo entumecido, por lo que fue necesario una silla de ruedas y un doctor para ayudar a recuperar la movilidad en mi tronco inferior.

—Encontré esto en su escondite de dinero.

Félix quien acostumbraba a revisar mi escondite para verificar que estaba todo, encontró una carta, su sobre posee un color azul mientras que no había sello o remitente. Extiendo mis manos hacia el para que me entregue la carta para proceder a abrirla una vez me la da.

Lo que había dentro, eran simples y sencillas palabras, pero que hacían que mi corazón latiera de inmensa felicidad.

"Se feliz"

Unas simples palabras hicieron que mi corazón se llenara de calma y felicidad, nunca hubiese creído que unas palabras de algún desconocido me pusiesen así. Siento humedad en mis mejillas debido a las lágrimas de alegría.

—Esas palabras se cumplirán, se lo prometo.

Las cálidas y grandes manos de Félix se apoyan en mis mejillas brindándome seguridad.

—Aléjate de mi hija —Mi padre toma la capa de Félix para alejarlo con fuerza de mí y ponerse a la defensiva, aun no se acostumbra al hecho de que estemos en una relación.

Es bastante relajante ver cómo todo vuelve a la normalidad y como esos días siguen de manera continua.

—Princesa, es necesario que hablemos.

Lucas quien hace poco se había ido, regresa con su típica mirada de querer matar a todos.

—¿Ocurre algo? ¿Le pasó algo a Norman?

—Gracias por preocuparte, me halagas —responde con ironía.

—No me preocupo por ti ya que siempre estás bien y puedes defenderte solo.

—Tienes razón, por algo soy el gran y poderoso Lucas.

Con una mano en el pecho expresa con orgullo.

— Iré con Lucas un momento.

Ante mi aviso, Lucas nos teletransporta a una montaña mientras con magia empuja mi silla de ruedas y el camina a mi lado.

—¿Por qué estamos aquí?

Sonríe con mi pregunta, eso me causa escalofríos por alguna razón.

—Solo estaba enojado por la cuestión de la deidad, así que quería desquitarme con alguien.

¿Princesa Encantadora? ¡Ni siquiera La Terminé!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora